martes, 22 de octubre de 2013

Reforma y Realidad


STALIN GONZÁLEZ |  EL UNIVERSAL
9 de agosto de 2007
Ahora la reforma constitucional 
es el anzuelo que  debemos morder

Si así como la verdad, sólo tuviese la mentira una cara, mejor nos iría. Pues consideraríamos cierto lo opuesto a lo que el mentiroso dijera. Mas el reverso de la verdad tienen cien mil caras y un campo infinito. Michel de Montaigneen "De los mentirosos".

Hay que reconocerle a este Presidente su capacidad para imponer la agenda a discutir en un tiempo determinado. Ahora la reforma constitucional es el anzuelo que debemos morder. No quiero decir que se le deba restar importancia a la discusión, pero es claro que la misma sólo busca el continuismo en el poder, re-adaptar éste a las necesidades de un gobierno y no a las del "pueblo". Y precisamente porque la reforma no toca los problemas neurálgicos de los venezolanos es que debemos recordarle a este Gobierno que nuestros problemas son otros.
A este Mussolini bananero, como lo llamó recientemente el escritor Carlos Fuentes, le encanta el escenario de la confrontación. Ello le permite eludir la realidad de un país en el cual él no vive. Hemos escuchado en el programa político de televisión más irrespetuoso de nuestro país que la oposición sufre de disociación de la realidad; es algo risible, pues ésta es típica de quienes llegan al poder y dejan de caminar por las calles del país.

Se le tiene miedo al pueblo, a enfrentar la verdad. De niño me enseñaron que el primer paso para resolver un problema es reconocer su existencia. He allí una de las causas por las cuales la inseguridad nos arroja cifras de muertos superiores a las de un país en guerra: la inseguridad es ahora una cuestión de amarillismo de la prensa. En lugar de atender ese problema, el Gobierno incrementa su atropello visual para mostrarnos las cien mil contracaras de la verdad. El metro vuelve a ser un ejemplo: dentro de poco nos sentaremos en puestos con la cara de Chávez

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