El terreno de lo absurdo
STALIN GONZÁLEZ | EL UNIVERSAL
16 de marzo de 2009
¿La victoria del 15 de febrero abrió la caja
de Pandora del gobierno?
Cada día que transcurre a los venezolanos nos cuesta más descodificar el
mensaje del excelentísimo, prócer único y líder fundamental de esta revolución
y es que dentro del proceso del habla, justo en aquel momento en que el
escucha, luego de haber descifrado el código de la misiva intenta comprenderla,
llega a la asombrosa conclusión que el mensaje o está en otro tipo de código o
definitivamente entramos en el teatro de lo absurdo. No hay otra explicación
que nos permita, en el terreno de lo racional, comprender los antojos lunáticos
de nuestro Presidente. La pregunta es: ¿la victoria del 15 de febrero abrió la
caja de Pandora del gobierno? expropiaciones a doquier, regulaciones absurdas.
Lo único que le falta a Samán, es meterse con los amigos invisibles por
proponer la arepa a 3.000. Cuídense amigos del Indepabis, no vaya a ser que por
semejante propuesta tan capitalista, les prohiban la entrada al país.
El Estado se ha hecho de distintas empresas que, lejos de optimizar su
trabajo, han entrado en el deterioro propio de la administración pública
venezolana. Si por algo nos hemos caracterizado en este país, tanto en los
gobiernos pasados como en éste, es por la falta de coherencia y planificación
del Estado como ente encargado de dar respuestas reales a las comunidades. Otro
aspecto que siempre se ha mantenido es la implantación de políticas
asistencialistas que, lejos de solucionar los problemas, crea la dependencia
clientelar que nos ha sostenido dentro del subdesarrollo.
Desde finales de los noventa se comprendió que el desarrollo no sólo se
mide por el crecimiento económico, sino que va acompañado de otras esferas como
la política social. Sin embargo, este gobierno pretende disimular la crisis
mundial y hacernos creer que somos invencibles. Samán, nuestras recomendaciones
son tres, a saber: deje de ver tanta película imperialista, vuelva de la
dimensión desconocida y entienda que la realidad es ésta y no otra.
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