¿Por qué votar?
STALIN GONZÁLEZ | Ultimas Noticias
14 de Junio de 2013
Hace quince días, el CNE anunció las elecciones locales para el 8 de
diciembre de este año. Estas elecciones han sido pospuestas por tres veces,
mientras los concejales de todo el territorio nacional tienen su lapso vencido
desde 2005. Estas elecciones implican la renovación de las autoridades más
cercanas a nuestros problemas, y ya sólo por ello revisten total importancia.
Sin embargo, el contexto que rodea estas elecciones hace dudar a más
de un ciudadano las razones para ir a votar. Los rectores aún no han sido
sustituidos, la auditoria que hicieron fue chimba, la petición de revisar el
cuaderno de votantes no fue escuchada, y la impugnación, aunque sigue su curso,
seguimos esperando por el pronunciamiento del TSJ.
Todo esto es cierto. Pero les diré algunos detalles. Ya la oposición
tomó la decisión de no asistir a unas elecciones, y el resultado, lejos
deslegitimar al oficialismo, les dio la oportunidad de configurar una
influencia en la Asamblea Nacional que aún los que allí luchamos a diario nos
cuesta quebrantar.
Dejando el tema de los espacios, las elecciones de abril nos
demostraron que unidos y con voluntad no hay maquinaria que se resista. En tres
semanas y con todo en nuestra contra nos convertimos en la primera fuerza del
país. No hay que desanimarse, al contrario, sin dejar la lucha por lo que
creemos debemos afianzarnos para que de forma indiscutible y avasallante seamos
la fuerza vencedora.
No es la primera vez que hemos vencido a Goliat ni es la primera vez
que ganaríamos con todo en contra. La lucha siempre ha sido la misma,
conquistar cada espacio de este país que esté cansado de la inseguridad como su
única certeza, de la corrupción como la forma de hacer política y del
desabastecimiento como pan de cada día.
La vigilancia de todos los ciudadanos, el voto masivo, la derrota
del miedo, la organización y la exigencia de nuestra parte de mejores
condiciones, son el remedio para esta enfermedad
Las elecciones locales representan el reto de demostrar que no
importa el juego que nos imponga Goliat, la idea es construir otra Venezuela y
que esta vez sea de forma tan avasallante que no quede lugar a dudas.
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