jueves, 24 de octubre de 2013

La vivienda = El nuevo caza votos


STALIN GONZÁLEZ |  EL UNIVERSAL
11 de mayo de 2011  

Cualquier persona que salió el sábado 07 de mayo a la calle y se tomó la molestia de pasar por aquellos lugares donde el gobierno central se encontraba realizando el fulano registro de vivienda, tenía frente a sus ojos dos hechos sumamente significativos dentro de la política que se nos avizora. La primera, que además golpea con saña, es la gran crisis que existe con respecto al tema de la vivienda, el drama frente al cual estamos parados y que poco o nada se resuelve si no existe una compresión de una serie de elementos que definitivamente en 12 años de gobierno se han perdido de vista (crecimiento de la población, necesidad de desarrollar nuevos espacios en la capital, necesidad de invertir y desarrollar en otras zonas del país, entre otros elementos). La segunda tiene que ver con una esperanza que va íntimamente ligada a lo que hemos venido anunciando pero frente a lo cual esta nueva estrategia es completamente perversa, la campaña comenzó y con ella las fórmulas de ganar adeptos y contentar a un pueblo que tiene tiempo frenando este híbrido que se ha consolidado en el poder y que se aferra a él como sanguijuela a la sangre.

Los inventos de acabar con el paseo Vargas de la avenida Bolívar; las expropiaciones a diestra y siniestra de terrenos tanto privados como municipales que atentan con el desarrollo de la ciudad; los refugios que pasan de atender la emergencia y la contingencia a ser los hogares permanentes de miles de familias que pierden el derecho a la privacidad, que viven hacinadas y muchas veces en condiciones de inseguridad terrible que terminan afectando hasta los derechos humanos. Todo esto es parte de una realidad que tiene 12 años instalada en nosotros y cuyas bases de sostenimiento se fortalecen con acciones como el registro nefasto que tuvo a la gente durante horas haciendo colas y quemándose bajo el inclemente sol para intentar acceder a algo que en un país normal, con inversión tanto del gobierno como de los particulares, es un derecho, La Vivienda.

Nos preguntamos qué ha pasado con ciudad Belén, ciudad de los Indios, con ciudad Mariche y pare usted de contar la cantidad de complejos habitacionales que se encuentran paralizados y que no han contado con algo tan simple como la eficiencia de funcionarios honestos que culminen y entreguen de forma transparente las casas a aquellas personas que se han visto afectadas por las lluvias y para aquellas que simplemente necesitan de un hogar.

Al caminar por los diferentes puntos y ver las largas colas de personas esperanzadas, con niños a hombros, sudando para poder inscribirse y ser tomadas en cuenta lo que pensaba es el descaro de un gobierno donde todos los altos mandos cambiaron su residencia al instalarse en el gobierno, y no es que no tengan derecho de hacerlo, pero cómo sorprende ver que no han resuelto el problema del pueblo, del colectivo, pero el propio sí, y bien suntuosamente resuelto en algunos casos.


Sin embargo, debo decir que he visto con entusiasmo, cómo algunos colectivos que apoyan este gobierno han hecho críticas severas sobre todo en el caso del paseo Vargas, y más aún críticas sobre las formas como el gobierno ha abordado el tema de la vivienda, a lo interno también preocupa que se juegue con la necesidad de la gente y esto nos deja un poquito de esperanza.

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