jueves, 3 de marzo de 2016

Aferrados a la nada


Cuando todas las mañanas los venezolanos comenzamos el peregrinaje en el que se ha convertido la vida en este país, las preguntas que surgen son: ¿por qué este gobierno, que ha destruido la figura del Estado, las Instituciones, las empresas privadas, la seguridad de la Nación, la soberanía alimentaria (entre otras que no queremos mencionar para no hacer tan larga la lista), quiere mantenerse en el poder?; ¿cuál es la razón para que se aferren al abismo en el que estamos sumergidos y al que ellos nos han empujado?.

Las respuestas pueden ser muchas: la primera mantener el status económico que muchos han alcanzado gracias a las llamadas “comisiones”, que para ellos no son un acto de corrupción, pero que provienen de los desfalcos que le han hecho al país y de repetir con muchas más creces una práctica que según ellos heredaron de la cuarta (sabemos que lo hacen mucho mejor); otra de las respuestas, es tener miedo y no poder dormir en paz cuando caiga este régimen, porque más de la mitad sabe que irán presos. No debe ser sencillo cambiar la buena vida que tienen por ir a las prisiones que Iris Varela va a dejar.

En fin deben ser muchas las razones, no solo materiales sino psicológicas, que lleven a estos seres nefastos a querer mantenerse en el poder, atornillados a la nada en la que han dejado al país. Sin embargo, lamento informales que esa decisión ya no es suya, se acabó el tiempo de las vacas gordas y del dinero que compraba voto y consciencias; ya no hay forma de seguir alimentando el parasitismo en el que se gastaba la chequera petrolera.

Lo único que tienen seguro, es el fin de casi dos décadas de decadencia, sea por la vía del revocatorio o por la vía de la enmienda, ustedes van a salir porque así lo quiere la mayoría del pueblo. No hay mucho que puedan hacer, solo seguir dando patadas de ahogados. Ustedes ya lo sabían por eso la prisa en nombrar un Tribunal Supremo, no solo para boicotear el trabajo de la nueva Asamblea Nacional, sino para asegurar que sus cuentas, cuando sean juzgadas por la justicia, no pesen tanto.

Aguerrida juventud


El Día de la Juventud llega a Venezuela con un escenario de grandes retos para esta generación. Muchos son los obstáculos que han atravesado los jóvenes en nuestro país, la violencia que juega a la ruleta rusa con aquellos que no son parte de la anomia, las universidades públicas afectadas por un recorte presupuestario producto de la decisión de aquellos que le temen al conocimiento, la escasez que los lleva a estar horas en colas para poder obtener productos básicos de la canasta de alimentación.

Son muchas las posibles razones para que la celebración de un aniversario de la gesta de la juventud en La Victoria sea una más en la cuenta de aquellos que tienen la oportunidad de irse, y uno más en la cuenta de aquellos que quisieran pero no tienen los recursos para hacerlo.


A todos ellos, a los que se han ido; a los que quieren y pueden; a los que quieren y no pueden y a los que simplemente ni lo piensan, a todos, mi profundo respeto. En la AN estamos dando la pelea para que el país sea de oportunidades, progreso y trabajo donde todos los jóvenes puedan y quieran vivir.

Son tiempos difíciles, el entusiasmo y la fuerza que los espíritus jóvenes le proyectan a la vida son parte del motor que hace de esta lucha una mucho más importante.

Nosotros los diputados de la democracia, del cambio, estamos dando la pelea para que este sea el escenario que cada uno de ustedes quiera, el de la nación, el de la patria de un verdadero Bolívar y fuerte, la tierra de solidaridad que solía ser, el país de las oportunidades que otrora era. Nuestra lucha constante siempre será defender este espacio del mundo para ustedes, para que puedan tener la posibilidad de crecer aquí con sus pares y ser lo que quieran ser, ser los mejores en sus aéreas, pudiendo tener en sus manos una historia diferente, llena de triunfos y logros. Es para ustedes jóvenes de la patria que seguimos de pie transformando para bien la realidad. Venezuela los necesita para seguir y volver a ser la mejor elección de vida.

¿Cuál es el costo?


De acuerdo con lo dicho en la campaña y cumpliendo con lo que opinamos acerca del papel de la Asamblea Nacional de cara a las exigencias de los venezolanos, se precisa explicar el porqué no aprobamos el Decreto de Emergencia propuesto por el Ejecutivo y por qué decidimos entregarle al Gobierno un informe elaborado por expertos en la materia, que brinda una serie de recomendaciones acerca de qué hacer con la crisis que ellos mismos provocaron.

Desde hace un tiempo, la Asamblea había entregado al Ejecutivo varias Habilitantes para que pudiera adoptar decisiones importantes en materias como la económica. No solo de los recursos provenientes del excedente (cantidades nada despreciables), sino también de aprobar leyes que ayudaron de alguna manera a conducirnos al lugar donde hoy nos encontramos: la crisis más aguda que ha vivido el país y que toca cada una de las esferas de la vida del mismo.

El Decreto que presentó la bancada del Gobierno no es otra cosa que la solicitud de un cheque en blanco para el Ejecutivo; una autorización para que siga aplicando las políticas equivocadas que dieron pie a la situación actual. Solicitaban “poderes especiales” para “solucionar” la crisis. Pero cuáles son esos poderes especiales?, pues autorización para utilizar el excedente del presupuesto; flexibilizar la implementación de los mecanismos que regulan la aprobación de divisas para importar, con la finalidad de reducir el tiempo de respuesta; también pide la potestad para aplicar diferentes medidas tributarias con el objeto de incrementar los recursos del Estado (por la vía del cobro de impuestos); solicita además permiso para poder exigirle a las pocas empresas manufactureras que quedan aumentar sus márgenes de producción. El problema básico es ¿a qué costo?

En definitiva, ese contenido del decreto pareciera una jugada en la que se espera que la Asamblea terminara por entregarle al Ejecutivo lo que queda de país. No era más que un intento fallido del Gobierno para transferir su responsabilidad de lo que ocurre a la oposición, hoy sentada mayoritariamente en la Asamblea y en ejercicio del mandato de las dos terceras partes de la soberanía popular.

Es una jugada política con el fin último de decirle pronto al país y ante el fracaso por todos los medios: no pudimos salvarlos porque ellos no nos dejaron.

Seguiremos explicando en qué consistía el contenido del Decreto de Emergencia del presidente Maduro, pero haremos énfasis en las recomendaciones del Legislativo, que es donde residen las posibles soluciones. Ese será nuestro mayor trabajo: darle a conocer al pueblo lo que debe hacerse para rescatar la economía del país, y será el pueblo el que le exija al Ejecutivo que tomen las medidas necesarias.

Democracia Social


Es necesario hacer una pausa en el acontecer nacional para hablar y honrar a un hombre que merece reconocimiento. Demetrio Boersner fue un Internacionalista, Doctor en Estudios Políticos, estudioso de la realidad social, de los movimientos y partidos políticos y sobre todo del proceso venezolano. Para Boersner la Democracia Social era la clave para entender este mundo que sigue viéndose agobiado por una “perversa economía de mercado” y también por el yugo totalitarista en el que devienen todos los intentos de comunismo que habido. Es por eso que hoy quiero rescatar algunas de sus palabras  y hacerlas no solo mías sino de ustedes, porque tan importante son los derechos de los trabajadores y el bienestar colectivo, como el respeto a los derechos civiles de tener propiedad y de poder poner en marcha un aparato productivo que cree empleo y riqueza para todos. Y es que existen países socialistas que entendieron “que no solo el capitalismo, sino también el socialismo, pueden existir sobre la base de un mercado con leyes intrínsecas cuyos efectos pueden ser reguladas, pero no anulados, por la voluntad previsora del hombre”.

Boersner definió la Democracia Social con estas palabras: “La democracia social (o socialdemocracia) hace referencia a una corriente política mundial, vinculada a la causa e intereses de los trabajadores y las clases populares. Combina la lucha por la justicia social con la defensa y el fortalecimiento de la libertad democrática y los derechos humanos. Protesta a la vez contra las injusticias económicas del sistema capitalista y contra la tiranía política del régimen comunista”;  habla de los mil nombres que a través del tiempo han tenido aquellos soñadores que ansían un mundo mejor, diciendo que más allá de los mil nombres que tenga no son más que “una sola confraternidad universal de hombres y mujeres unidos en la esperanza de crear una nueva sociedad que combine la libertad de cada persona con la igualdad, la justicia y la solidaridad para todos”. Esto es lo que anhelamos poder vivir con igualdad de oportunidades pero respetando los derechos.

El Reto de la nueva AN


Comienza un nuevo período constitucional para la Asamblea Nacional. En esta ocasión tenemos la oportunidad real, por primera vez en los últimos 15 años, de cumplir la labor de todo cuerpo legislativo, entre otras, ejercer control sobre las malas políticas y servir de voceros a la satisfacción de las necesidades de la población.

El año 2015 nos ha dejado como muestra el peor gobierno que hemos tenido en la historia reciente de Venezuela, con la inflación más alta de los últimos 100 años y la peor del mundo, con niveles de escasez y pobreza peores que los sufridos en la década de 1980 y con una tasa de criminalidad que nos ubica como el país más violento e inseguro del planeta. A esta situación de crisis es que debemos atender y dar respuesta oportuna para que la gente coma bien, le alcance el dinero y pueda dormir tranquila y segura.

El gobierno está empeñado en insistir en políticas que solo benefician a unos pocos enchufados y que castiga a todos los venezolanos forzándonos a hacer largas colas, a vivir un toque de queda y a comer cada día menos por no poder conseguir los alimentos básicos para nuestras familias, o conseguirlas a precios insoportables para cualquier trabajador honesto.

La labor de la nueva AN no es una cosa fácil. Desde este cuerpo no pueden definirse políticas, pero sí establecer las reglas que debe seguir el gobierno para que enderece el mal curso de las acciones que nos obliga a vivir en esta crisis tan profunda. Nuestra intención es ser la vocería de todas estas quejas y, atendiendo las necesidades del pueblo, ofrecer un conjunto de leyes e instrumentos que garanticen mejores acciones de producción, abastecimiento, control de la inflación y sobre todo seguridad y desarme de la población.

El principal error del gobierno ha sido olvidarse de la gente para favorecer a unos pocos. Nuestro principal reto es devolverle a la ciudadanía el protagonismo que debe tener en toda política pública, y devolver los niveles de calidad de vida que merece y que este mal-gobierno les ha robado.

Agradecimiento a Miguel Ignacio (@nacholacriatura)


Estimado Miguel Ignacio


No nos conocemos personalmente, yo escucho tu música, entre otras cosas porque mi hija también la escucha,  he sabido de cada premio y cada éxito que junto con tu compañero Chino han tenido en el exterior porque todo mi equipo lo ha comentado mientras trabajamos arduamente por el país.
Probablemente tú sepas que soy diputado,  reelecto,  y a lo mejor has visto noticias de las que he sido partícipe, pero tampoco me conoces.



Sin embargo, todos los venezolanos nos reconocemos entre sí porque parecemos una especie distinta, siempre vemos la vida con optimismo a pesar de las enormes dificultades que a diario atravesamos,  tendemos la mano a quien lo necesita, compartimos con nuestra familia las más bellas tradiciones, somos trabajadores y gente de bien.



Ha pasado mucho tiempo para todos en esta lucha, en paralelo tú te abrías paso en la música y yo en la política, y cada uno poniendo lo mejor de sí, trabajamos para brindarle a otros venezolanos las oportunidades que tuvimos que forjar con enorme sacrificio.



Ambos somos padres y estoy seguro que esperamos que nuestros hijos puedan crecer amando Venezuela tanto como nosotros, tranquilos y con un futuro prometedor.
Cada quien tiene sus conceptos,  ideas, creencias, vivencias y formas de apreciar la vida, para que el mundo sea mejor debemos aceptarnos. Ambos hemos sido víctimas de la intolerancia y nuestra respuesta ha sido más inclusión y más respeto.



Este año ha sido particularmente duro, enfrentamos una crisis económica muy fuerte, hace unos meses atrás esperábamos el anuncio de las elecciones parlamentarias y cuando finalmente supimos que el pasado 6 de diciembre se realizarían, tendríamos la oportunidad de comenzar a cambiar lo que en este país está mal.



Nos preparamos para enfrentar la campaña electoral más ventajista de nuestra historia contemporánea, con el gobierno más abusador de todos los tiempos,  y aún así, era mayor nuestro entusiasmo y el deseo profundo de construir un futuro mejor.



Recorrimos el país con el mensaje de Unidad y encuentro entre venezolanos, en nuestro caso tocamos la puerta de más de 40 mil hogares caraqueños llevando esperanza y asumiendo el compromiso de hacerlo mejor.



Ya casi al final de la campaña comenzó a sonar en las redes sociales, en la radio y en nuestra mente: "Mi Felicidad",  y a partir de allí la canción acompañó nuestras actividades arrancando miradas y sonrisas ilusionadas, otorgándole un aire fresco a nuestro mensaje.


Quienes tomamos riesgos con la convicción de saber que estamos por el camino correcto siempre ganamos, y este triunfo de la libertad y la democracia fue una apuesta de todos los venezolanos que desde cada trinchera hacemos de nuestro país el lugar donde queremos vivir.


Tú, aceptando la invitación de Víctor Muñoz a formar parte de ese maravilloso proyecto nos renovaron la alegría, y eso merece nuestro más sincero agradecimiento.



Muchas gracias por ser partícipe de este esfuerzo que sumó millones de voluntades y que nos brinda la esperanza de comenzar de nuevo.



Espero encontrarnos más a menudo por causas coincidentes, porque nuestros hijos estudien en universidades libres y de referencia mundial sin salir de aquí,  y por recordar este episodio como uno más del cambio con prosperidad que está por comenzar



Con aprecio,
Stalin González.

El estudiante no se arrodilla


No puede pasar el 21 de noviembre sin que los que venimos de ser estudiantes nos pronunciemos acerca de lo que ocurre en nuestro país con respecto a las universidades. Este ano por primera vez no habrá tarde de risas azules y a pesar de que este hecho no es de los más relevantes en términos de lo que sucede en nuestras casas de estudio es otra demostración de cómo el gobierno ha asfixiado a las universidades de una manera brutal.

Las universidades casi paradas por la grave crisis económica que viven, los estudiantes presos por manifestar sus ideas, los profesores buscando destinos fuera de nuestras fronteras por el pírrico sueldo al que los tienen condenados, ese es el escenario este día del estudiante que tiene nuestro país. No se puede celebrar cuando no hay motivos para hacerlo, este gobierno vive engañando al mundo diciendo que Chávez masifico la educación cuando lo que ha hecho es acabar con ella. Nuestra educación media y diversificada cada día es peor, el adoctrinamiento las leyes promulgadas que atentan contra la eficiencia y hacen que los docentes se vean obligados a bajar los niveles de exigencias en las aulas en fin, este gobierno poco a poco ha ido haciendo un hueco en el sistema educativo. Este 21 de noviembre los estudiante no tienen nada que celebrar y eso es responsabilidad del gobierno central. : “Un pueblo inculto es más fácil de manipular” debe ser esa la razón por la que el gobierno ha ido destruyendo nuestro sistema educativo.

Sin embargo, esto tiene que servir para darnos el impulso que necesitamos para seguir luchando, la única elección que le ganamos al gobierno tuvo una presencia mayoritaria y un trabajo enorme por parte de los estudiantes, en estas elecciones los estudiantes deben tener un papel preponderante no solo por su naturaleza irreverente, contestataria y autónoma sino por la defensa de los que aún siguen pagando con cárcel el valor de protestar. Como dicen la canción “Me gustan los estudiantes, que marchan sobre las ruinas, con las banderas en alto va toda la estudiantina”

Defensa del voto


Existe mucha gente que tiene reservas sobre el proceso electoral, sobre la transparencia del mismo y sobre como el gobierno transmite la información desde las maquinas hasta el CNE, sin embargo, como dice el ex-rector Vicente Díaz la trampa no está en el sistema. Hoy más que nunca estas elecciones se vislumbran como el inicio del cambio, es cierto que ganando la asamblea no se acaban nuestros problemas, y que como dice Henrique el 7 no vamos a amanecer con los supermercados llenos de los alimentos que hoy nos faltan, con menos impunidad, y con la desaparición de los mil problemas que hoy aquejan a nuestra gente, pero lo que si es cierto es que con la mayoría de la asamblea a nuestro favor se le acaba la aprobación de leyes, de presupuesto y de créditos adicionales, con la mayoría de la asamblea podemos rescatar el sistema de justicia, la separación de poderes, con la mayoría en la asamblea podemos revisar el trabajo de los ministerios y darle un freno al ejecutivo y sus medidas desajustadas.

La clave del proceso de elección y de cómo defenderlo es sencillo, los miembros de mesas, los testigos, nosotros los votantes todos debemos asistir y hacer bien nuestra parte del trabajo, por más miedo que nos quieran meter no podemos permitir que ningún centro de votación este solo, sin testigos, los testigos deben cuidar el acta como su vida porque es solo con ese papelito que se le da a los testigos que podemos defender los resultados.

Debemos votar convencidos de que este será uno de los pasos más importantes para obtener la victoria final que no es otra que poder sacar a nuestro país del foso en el que esta gente lo ha hundido. La seguridad debe estar en la preparación de todo el operativo y esa es una tarea que nosotros no hacemos solos, los candidatos necesitamos de la energía del pueblo para defender y cuidar cada voto, cada acta, cada libro como su vida. Solo así podemos garantizar que lo que dicen TODAS las encuestas se vuelva realidad.

El 6D


Cada una de las caminatas que realizamos a diario por los diferentes circuitos de nuestra ciudad capital dan muestras precisas, que son incluso más poderosas que las encuestas, sobre el sentir de la gente y su voluntad de cambio. Incluyendo los adeptos al gobierno, los que aún lloran al inspirador y mentor del proceso político actual, ellos están hoy desilusionados y molesto con la revolución.

Las constantes amenazas del Presidente en su discurso en materia electoral tienen una lectura: el gobierno no está en su mejor momento como consecuencia de la “deficiente” gestión, o sea, nada.


No puede esperar el gobierno que tras 16 años de derroche, de tener un gasto público elevado sin crear cimientos en la finanzas y la producción que pudieran sostenerlo en el tiempo, la economía siguiera creciendo; no se puede esperar gobernar un país a punta de milagros. La crisis tan severa en la que hoy vivimos no salió de la nada y ya es demasiado estúpido creer que es culpa de la cuarta a casi 16 años de revolución.

Las excusas se acabaron, y la paciencia de la gente para seguir creyendo en este proyecto se han esfumado junto con las promesas de hacer de esta tierra un lugar libre y soberano.
La esperanza aún se encuentra viva en el pueblo. La población lucha en su día a día con los problemas de escasez, inseguridad y la falta de servicios públicos eficientes, pero aún así siguen de pie. Es por ello que nosotros, quienes hoy estamos en la contienda parlamentario postulados por la MUD, tenemos el deber de devolver a la gente el tiempo y el espacio para creer y volver a soñar.

En Venezuela se necesita calma y estabilidad, volver a ser el país de las oportunidades, que recibía a las personas de todos los lugares porque  era mucho mejor. Esa nación es la que queremos y anhelamos los venezolanos, los que decidimos quedarnos y aportar por rescatar la patria, nuestra y de todos; pero también los miles que se han ido y que prestan su talento al otro lado de nuestras fronteras.

El 6D es el día. En estas parlamentarias recuperaremos la esperanza y será un nuevo comienzo porque el venezolano quiere y así va a ser.

La justicia injusta


La necesidad de tener una asamblea mayoritaria se ve reflejado en cada uno de los ámbitos de la vida pública del país, uno de los poderes que más ha sufrido la presión y la manipulación del poder del gobierno ha sido el poder juridicial. Hoy la justicia venezolana no solo es ciega, sorda y muda frente a los problemas que viven a diario los venezolanos, sino que además las veces que se pronuncia es en respuestas a las exigencias del ejecutivo. La existencia de poderes públicos autónomos que no obedezcan plenamente al gobierno quedo como un simple recuerdo del pasado y eso lo vemos con los miles de casos que hasta la fecha se han dado, el caso de la juez Afiuni, el caso de los miles de estudiantes que fueron detenidos y los que aun siguen pagando una condena injusta, además de los lideres que también se encuentran detenidos. Lo nuevo en esta tramalo constituyen las acusaciones que realiza el fiscal Nieve quien a pesar de sus declaraciones fue parte de esta violación de los derechos de un venezolano.

Hoy el sistema judicial es un sistema secuestrado, un sistema ineficiente, un sistema que aumento los retardos procesales, un sistema que acusa y prepara casos en cuestión de horas, un sistema al que por medios televisivos y en cadena nacional se le ordena pronunciar condenas y estos sin más las cumplen.

No podemos seguir teniendo un sistema que se preocupa más por los presos que tiene el ejecutivo que en disminuir la impunidad que impera en el país. Es así como un poder que debería encargarse de impartir justicia, de sancionar a los que infringen la ley, un poder que debe estar al servicio del país en su papel de rescatar aquellas personas que están al margen de la ley y hacerlas útiles a la sociedad hoy solamente trabaja en los casos que el presidente del país y el de la asamblea ordenan.

Todo esto lo que nos debe llevar es a votar con mayor impulso el 6D, el cambio es impostergable, asumamos nuestro rol y salgamos a votar con todas nuestras fuerzas para acabar con este festival de mediocridad.

Cada vez somos mas


El atropello y abuso desmesurado continúan por parte del Gobierno; en esta oportunidad le tocó al líder de nuestro partido; su detención no siguió ningún protocolo de los estipulados en la ley, simplemente fue parte de la estrategia que intenta desviar la atención del pueblo de lo verdaderamente importante: las elecciones a la Asamblea Nacional

El atropello y abuso desmesurado continúan por parte del Gobierno; en esta oportunidad le tocó al líder de nuestro partido; su detención no siguió ningún protocolo de los estipulados en la ley, simplemente fue parte de la estrategia que intenta desviar la atención del pueblo de lo verdaderamente importante: las elecciones a la Asamblea Nacional.

Y es que cada día son más las voluntades que se suman a la opción de transformación del país, porque ni el pírrico aumento del salario mínimo, ni las maniobras utilizadas por el Gobierno van a frenar lo que es inminente

El desgaste y deterioro de nuestra economía, la crisis del sistema de seguridad que cada semana cobra nuevas víctimas, las evidentes muestras de la diferencia entre la vida que llevan los que están en el poder y la que debemos sortear el resto de los venezolanos, son parte de la motivación que lleva a muchos de los que en el pasado no votaban, y los que lo hacían por el Gobierno, a estar hoy unidos a la propuesta del cambio.

Que no crea el Gobierno que tomando acciones contra los dirigentes de oposición van a poder frenar el impulso del pueblo; que no crea el Gobierno que va a poder ponernos a todos detrás de las rejas; que no crea el Gobierno que a través de la violencia se silenciará a una parte (cada vez mayor) de la población venezolana. Las ideas, como dicen los poetas, jamás mueren, son semillas que crecen en la gente y sin duda son impulsoras de cambio y de transformación.

El pueblo de Venezuela le demostrará al Gobierno nacional que está cerca el día que dejen las sillas, que se acabó el paseo que se dieron, sin pena ni vergüenza, por la riqueza de nuestro país; que todo lo que criticaron en el pasado y que hoy copiaron al extremo llegó a su fin. El 6D habrá muchas de las “colas sabrosas”, pero las de ir a votar para acabar con la impunidad, con el miedo, con la escasez, con el chantaje de “votas o te boto”

Las colas serán enormes, sí, pero de gente que quiere que el país se recupere, que los venezolanos se reconcilien, que podamos desarrollarnos en esta tierra que tanto amamos y, lo más importante, vivir en paz.

Venezuela es la esperanza


Debemos rescatar la esperanza, comenzar a reconciliarnos con la idea de futuro, pero esto pasa por entender el papel fundamental de cada uno en la historia; no podemos seguir esperando el mesías, no podemos seguir creyendo que el cambio esté fuera de nosotros.

Venezuela hoy necesita ciudadanos responsables que no solo reclamen sus derechos, sino que también cumplan con sus deberes. Venezuela necesita hoy, que cada uno desde su trinchera cumpla con su misión, que cada uno participe del rescate de la esperanza.

No podemos seguir agazapados esperando que harán los dirigentes, no podemos seguir esperando que un hecho cambie nuestra realidad, el país hoy vive una de las crisis más grande de su historia, no es solamente la economía la que está destruida, no es solamente la escasez lo que abunda, también es la crisis de valores, es la sombra oscura del miedo la que ronda por las calles después de las siete de la noche. No podemos permitir que nos roben los sueños, la ganas de superarnos, de prosperar. Ya no podemos conformarnos con hacer lo fácil, con pasarnos el semáforo si podemos, o jugar a la viveza y ganar un lugar adelante en la cola; ahora se necesita de la honradez, de la solidaridad, de la valentía, de la presencia de cada uno de nosotros en las colas pero para votar por la diferencia.

Los venezolanos necesitamos volver a creer, necesitamos que los que han salido escapando de esta situación regresen, necesitamos que los que estamos aquí batallando podamos seguir adelante, lograr los objetivos y cambiar la realidad, pero se requiere de todos, es perentorio que todos participemos del cambio.

Venezuela es la suma de esfuerzos, de trabajo, de voluntades, es lo que hemos hecho y lo que hemos dejado de hacer, es lo que sembramos y lo que estamos cosechando, es lo que hicimos en el pasado, lo que estamos haciendo en el presente y lo que haremos en el futuro, Venezuela es la mirada de los niños, la experiencia de los mayores, la fuerza de los jóvenes, Venezuela es la esperanza

Lo Sabroso para unos


Es increíble como un hecho puede tener varias lecturas y reacciones emocionales; esto lo digo a propósito del último comentario que Jacqueline Faría acerca “de lo sabroso que es hacer una cola”, y es que no es lo mismo hacer una cola para entrar a Disney a montarte en la atracciones (cosa que todos los del gobierno saben muy bien como es), que hacer colas para ver si corres con la suerte de obtener los alimentos básicos. No es lo mismo para un surafricano el haber hecho la cola para poder votar por primera vez y hacerlo por Mandela, que para la Sra. Yipsi, a la que respetamos, pero que según Farías “sale de su casa aquí mismo” hacer una súper cola para poder comprar comida a precios regulados.

No puede ser sabroso perder una mañana trabajo porque te toca por número de cédula hacer una cola para comprar la comida de tu familia; no puede ser sabroso hacer una cola en un hospital cuando te sientes mal para que te atiendan; no puede ser sabroso dormir dentro de tu carro con la inseguridad que existe en la calle para poder tener acceso a un saco de cemento para construir tu casa.

A Farías le decimos, no desde la voz de otro candidato, sino desde lo que recogemos de la gente en nuestras parroquias, que sabroso es que la quincena te llegue a fin de mes; sabroso es ahorrar con la esperanza de comprar una casa o un carro; sabroso es ir a los supermercados y tener opciones para escoger y conseguir los productos que fuiste a comprar (como era antes de la “revolución bonita”); sabroso es ir los fines de semana con tu familia a la playa, o el cine, o la montaña, y que no sientas que puede que no regreses a tu casa; sabroso es  tener la esperanza de que tus hijos tengan una buena educación y con eso alcancen un buen trabajo que les dé para vivir tranquilos y ver a sus hijos crecer. Pero claro, ellos, los candidatos del PSUV conocen de cerca LO SABROSO, y por eso se les hace tan fácil decirlo. Ellos no van al mercado a comprar su comida, no se montan en el Metro, ni en los carritos por puestos. Ellos no se calan ni la cola del tráfico porque sus escoltas las desvían.

Mientras Venezuela vive la peor crisis económica y social, Jacqueline dice que es “sabroso” hacer una cola.

¿Quién controla las granadas?


La nueva moda entre los dueños de las calles (los delincuentes) es atacar a los cuerpos policiales con granadas. Ya las armas largas no son suficiente, pues ahora hacen gala de tener un arsenal propio de conflictos bélicos; un país en el que son lanzadas granadas es un país que está en guerra, y no es la económica precisamente de la que hablamos, es la guerra de la que cada día son victimas mas  venezolanos.

La pregunta clave es ¿de dónde sacan estos sujetos este tipo de armamento? ¿Quién negocia o más bien quién entrega a la delincuencia organizada las granadas que han sido lanzadas contra los cuerpos policiales? Estos explosivos no son un artículo que pueda comprarse en una tienda; el monopolio de las armas, de acuerdo a nuestras leyes, es del Estado, sin embargo, ni siquiera eso puede hacer de manera efectiva este gobierno.

La enorme ineficiencia de los que creen gobernar nuestro país no solo se evidencia en la cada día más inexistente calidad de vida, sino también ahora en la falta de control que sobre sus propias municiones poseen.

Claro que existe una guerra como dice el gobierno, pero no es afuera, sino dentro de nuestro país; en cada calle y rincón de Venezuela la guerra se libra entre delincuentes y ciudadano, entre delincuentes y cuerpos de seguridad quienes mantienen una posición de total desventaja. Esta es una guerra mucho peor que las declaradas, porque en las anunciadas los enemigos están bien definidos; la guerra en la que estamos inmersos nosotros no tiene un rostro visible, ni un grupo en especifico. No hay ideales que defender solo posesiones que sustraer. La inseguridad por si misma, esa es la guerra.

Y es que nos solo son las granadas lanzadas, también se está dando otro fenómeno peligroso por demás: los linchamientos. Los ciudadanos han querido hacer justicia por sus propias manos, ya no están dispuestos a dejarse arrebatar lo que con tanto sacrificio obtienen, sin embargo esta tampoco es la solución, por el contrario aumenta el problema.

Esa es la Venezuela en la que vivimos hoy gracias a las desacertadas políticas que el gobierno ha ejecutado: una sociedad de granadas y linchamientos por doquier que remplazan una justicia que no llega.

Contra la desesperanza


El drama es lo que se respira en la calle cuando recorremos nuestra ciudad, y es que Caracas se ha convertido en la capital de la desesperanza. Los venezolanos no tienen tiempo, ni ánimo, para pensar en su futuro, sino en la inmediatez del día a día, en el cansancio que dejan las colas y en tener todos los sentidos alerta por si el hampa se acerca.

Cada día los mismos problemas, los mismos relatos, no hay espacio para el mañana, para planificar el futuro, para pensar qué y dónde estudiarán nuestros hijos; lo único que existe es el hoy, pensar qué día nos toca comprar y sí alcanzará el dinero para el mercado, si cuando lleguemos al final de la cola habrá todavía algo de lo que necesitamos en nuestros hogares.

El venezolano se consume en el hoy porque “el mañana” provoca susto. En medio de esta sensación de pérdida, no solo del poder adquisitivo, sino de los valores positivos que nos definen como sociedad, solo nos dedicamos a solucionar problemas, sin importar ya la convivencia con nuestros vecinos o amigos, pues la desconfianza y el instinto de supervivencia es lo que guía nuestros pasos.

Frente a esta situación, la tarea es tener una Asamblea Nacional dedicada a resolver realmente los problemas de la gente, teniendo como prioridad atacar el desabastecimiento, la inseguridad, la impunidad. Nuestra responsabilidad no queda únicamente en la promulgación de leyes sino en darle seguimiento a su aplicación, ejercer contraloría y garantizar así la transparencia en el uso de los recursos públicos.

Tenemos la obligación de cambiar la realidad que hoy nos quita el tiempo para pensar en el futuro. Nuestro compromiso es que la política esté al servicio de la gente y que el pueblo se involucre en las decisiones, hacer realidad una vida mejor para todos, trabajar por un país productivo y seguro, ese en el que los venezolanos vuelvan a tener esperanza en un mañana distinto, de progreso, un país donde la gente no se vaya, sino que pueda cumplir todos sus sueños.

Dejaré la piel para recuperar la confianza perdida


Desde la vereda 1 a la 40 del sector A de Terrazas de Caricuao los vecinos abrieron las puertas de sus casas al diputado y candidato por el Circuito 5, Stalin González, quien acompañado por los también candidatos Richard Blanco y Rafael Veloz, llevaron  un mensaje democrático. En la visita puerta a puerta los candidatos escucharon atentos a los problemas que aquejan a los vecinos de las zonas visitadas.

Para quien hoy opta a la reelección en la Asamblea Nacional por las parroquias Caricuao, La Vega, el Paraíso, Macarao y Antímano, Stalin González, esta situación se ha vuelto repetitiva en todos los sectores, por lo que aseguró que además de trabajar por la transformación del país, se comprometió “a recuperar desde el nuevo Parlamento la convivencia, el respeto al otro y la tolerancia, valores ineludibles para vivir en democracia y avanzar hacia esa Venezuela de progreso que todos soñamos”.

González insistió que “hoy más que nunca debemos unirnos para defender la convivencia ciudadana de quienes la amenazan para mantenerse en el poder a través del miedo y el rencor hacia la disidencia. Hay que reconstruir lo destruido y desdibujar del rostro de cada venezolano la enemistad y el rechazo al contrario”.

Asimismo se refirió al tema de la escasez y el alto costo de la vida que “también tocó las neveras y el bolsillo de quienes viven en el sector, golpeados por la mala gestión de un gobierno lleno de derroches y falsas promesas”.

El parlamentario aseguró que más allá de un curul en la Asamblea, “dejare la piel para recuperar la confianza perdida; y aunque sé que necesitamos tiempo y esfuerzo para solucionar este agujero económico, social y político que nos han dejado, trabajaré incansablemente para lograr el cambio”.

El día culminó en un casa por casa en el sector El Carmen de La Vega, donde los candidatos de la Unidad por el Circuito 5 de Caracas demostraron que “el desánimo no será parte de su faena de aquí al 6D, porque como finalizó diciendo González, “el que se cansa pierde”

Fracaso estrepitoso


Un país que tuviera un liderazgo responsable al frente no estaría, ni de cerca, atravesando la crisis en la que al parecer, nos sumergimos más cada vez. La inacción del gobierno es cuando menos motivo de asombro y resulta incomprensible para quienes creemos que todos los venezolanos merecemos un aumento progresivo de nuestra calidad de vida.

Hace rato el problema de la inseguridad quedó desplazado por la escasez y el desabastecimiento, pero sólo ha pasado al segundo lugar. Esta realidad que vivimos a diario los venezolanos de a pie poco parece importarle a la élite gobernante, quienes se han olvidado de sus promesas de reivindicación social y ahora sólo les interesa mantenerse en el poder, sacrificando a los más débiles.

El incremento de la pobreza en Venezuela es señal inequívoca de políticas económicas erradas, de controles que contribuyen a elevar la corrupción de manera exponencial. En situaciones difíciles como la que vivimos lo que corresponde es corregir el rumbo, tomar medidas que contribuyan a subsanar el caos que se ha implantado desde el propio gobierno.

La escasez va en escalada, al igual que el aumento de la humillación de todo el pueblo venezolano, y no hay quien le ponga el cascabel al gato, el país se cae a pedazos y el sector oficial hace oídos sordos frente al clamor de las despensas vacías.

Quienes han puesto controles innecesarios, hostigado a los productores nacionales hasta llevarlos a la quiebra, incentivado el bachaqueo, permitiendo el contrabando descarado en la frontera, propiciado un modelo inviable  ya a nivel mundial son quienes deben responderle al pueblo venezolano.

Una economía en crisis no se arregla sacando un conejo de un sombrero, probando ecuaciones, se resuelve tomando decisiones que favorezcan a todos, pero sobre todo a los más pobres, se resuelve dándole rostro humano a las fórmulas matemáticas, un elemento que este fracasado gobierno ha olvidado.

MOTIVOS PARA VOTAR


Llego la hora de decidir qué queremos para nuestro futuro. A la inseguridad, escasez, corrupción y angustia le puedes poner un parao el 6 de diciembre. No dejes que otro decida por ti la calidad de tu vida. Tu ciudad y Venezuela necesitan de ti. Es momento de que alcemos la voz para hacer saber que creemos en la igualdad de oportunidades, en el diálogo y en el reconocimiento del otro, en una gestión parlamentaria incluyente, transparente y responsable.

Estamos frente al reto de decidir si tomamos acciones para enrumbar al país a un cambio que nos lleve a un lugar distinto. Es un camino que ya hemos empezado; no ha sido un trayecto fácil, hemos tropezado y también hemos caído, pero ante la caída aprendimos y ante los tropiezos nos hacemos más fuertes.

Este gobierno cada día nos hace más pobres, la economía más débil y a la sociedad más violenta, pero si seguimos sumando trabajo y esfuerzo lograremos construir un país donde alcance el sueldo, consigamos comida en los anaqueles y salgamos a la calle tranquilos. Somos más los que no queremos divisiones en sus familias y los que confiamos en vivir en una Venezuela que haga posible materializar todas nuestras metas.

La desesperanza, el miedo y el cansancio que te causan el desabastecimiento y la inflación, son motivos suficientes para creer que las cosas deben  y pueden cambiar. El voto, tu voto, es el primer paso para hacer saber que es tu derecho exigir una Asamblea Nacional equilibrada, que discuta los problemas de la gente, que aporte soluciones, que controle al gobierno y que contribuya a transformar el país, no lo desperdicies.

¡Basta de lamentos! Hay que demostrar de qué estamos hechos, es el momento de hacer, de participar, de esforzarnos por mejorar este país. Necesitamos tu ayuda, sólo contigo podemos lograr que la Asamblea Nacional trabaje en pro de los venezolanos. Necesitamos que converses con tus familiares y amigos, que busques a tus vecinos, que participes en los encuentro y recorridos, que hagas tus equipos familiares, que salgas a votar. Vota y cuida tu elección, también es tu derecho participar en la vigilancia electoral.

La Asamblea Nacional que queremos es posible, no te detengas, construyamos juntos el triunfo.

AN en Remodelación


Siempre que algo se deteriora, deja de funcionar al máximo de su capacidad ó simplemente no nos gusta, pensamos en remodelar, en modificar eso que nos incomoda de nuestra casa, de nuestro sitio de trabajo; para darle paso a una sensación renovada con respecto a esa situación o estructura.

Esa inconformidad que tenemos los venezolanos con lo que sucede ahora en la Asamblea Nacional, nos lleva a pensar en remodelarla, modificarla para convertirla en un espacio distinto en el que todos, sin excepción, nos sintamos representados y protagonistas.

Pero toda remodelación lleva intrínseco una serie de pasos a seguir para finalizarla con éxito. Debemos comenzar por imaginar cómo queremos que sea, elaborar un presupuesto, comprar los materiales, calcular el tiempo que nos llevará terminarla y sobre todo, esforzarnos diariamente, trabajar arduamente, para cumplir con nuestro cometido.

Y es que todos los venezolanos debemos asumir la tarea de remodelar la Asamblea Nacional, todos somos necesarios para transformar este espacio que actualmente se nos presenta como un órgano vacío de propuestas que realmente interesan al país y sumiso ante los deseos exclusivos del gobierno nacional; a un espacio equilibrado, en donde la voz de todos los venezolanos sea escuchada, respetada y en donde se aporten soluciones a la profunda crisis que vivimos.

Emprender este proyecto exigirá de nuestra parte: compromiso, esfuerzo y dedicación; será un trabajo duro, pero si lo asumimos juntos, obtendremos un buen resultado. Nuestras herramientas serán llevar el mensaje de cambio a todos los rincones del país, movilizarnos para votar y defender cada voto.

Nuestra participación en las elecciones comienza desde ahora mismo, quienes creemos que es necesario cambiar la Asamblea Nacional debemos ser garantes de todo el proceso electoral, el pueblo venezolano debe empoderarse y hacerse partícipe de esa transformación que será el inicio de una vida mejor para todos.

La remodelación está a punto de comenzar, asumamos este desafío con entusiasmo y con la convicción de que nuestro anhelado 

Receta ¿revolucionaria?


La economía venezolana está en crisis debido a la creciente deuda externa que este gobierno ha sostenido y que ahora no consigue cómo afrontar. La poca planificación y la inexistencia de ahorro provocaron el derroche de la bonanza petrolera, mientras que el gobierno venezolano aumentaba sus gastos de manera irresponsable. Esa práctica llevó a una emisión monetaria que derivó en espirales inflacionarias, lo cual generó desconfianza en las inversiones y pérdida de credibilidad en la moneda nacional. Por su parte, el control de cambio y los controles de precios se convirtieron en el foco de corrupción administrativa y mercados negros de divisas y bienes.

Eso describe la situación económica de la década de 1980 en Venezuela, situación vivida en nuestra sociedad a partir del llamado “viernes negro”, que derivó en la explosión social que conocemos como el Caracazo.

Paradójicamente, hoy se repite la historia. Quienes están al frente de la “revolución bolivariana”, al parecer, han olvidado sus ideales y solo se enfocan en hundirnos en la catástrofe económica más aguda de nuestra historia republicana.

Lo lamentable de esta revolución, más allá de su hegemonía de poder, sus prácticas totalitarias o su inquebrantable lucha por desconocer a gran parte de la sociedad, es que no usan el gran aparato burocrático que construyeron para cumplir su promesa, la de rescatar la calidad de vida del venezolano.

Es necesario que el gobierno rectifique y cumpla esa promesa de atender lo social y de generar un modelo productivo que nos conduzca a un desarrollo sostenible e inclusivo.

El gasto discrecional del dinero público y el uso de Pdvsa como caja chica lo que hace pensar es que solo les interesa mantenerse en el poder, premiar la corrupción y hacernos más pobres cada vez.

Hace 26 años, el Estado venezolano acudió al FMI como consecuencia de un endeudamiento irresponsable que significó un aumento de la pobreza en Venezuela. Ahora cabe la pregunta: ¿será que la revolución repetirá la misma receta?

Lo que no sabes


La crisis económica venezolana es, sin duda,  una de la más grave que ha atravesado nuestro país en su historia contemporánea. Caracas ha pasado a ser una de las ciudades más inseguras del mundo, y también de las más caras. Transparencia Internacional señala en su informe anual que Venezuela pertenece al grupo de países con mayor opacidad en su gestión gubernamental, acompañado de un alto índice de inflación, escasez y grandes colas para conseguir los productos básicos.

Cada una de las afirmaciones anteriores son, por infortunio, el pan nuestro de cada día. Sabemos por experiencia que cada una de esas características están en nuestro país. La  desesperanza, la apatía y el creciente éxodo se dan de hecho por la certeza de muchos en la irreversibilidad de estos fenómenos.

De manera que hablarle de  crisis, escasez, corrupción e inseguridad es ineficaz, porque usted  ya lo sabe. Quizá lo que aún no sabe es como pensamos los líderes políticos resolverlo.

Es probable que, como otros venezolanos, usted encuentre en Maiquetía la solución más viable para cambiar y mejorar su calidad de vida; esto sin conocer que la Asamblea Nacional tiene potestad reguladora, y es desde allí donde podemos emanar leyes destinadas a mitificar estos problemas de la vida diaria que hoy nos golpea. Quizás también desconoce que esta Institución puede pedir explicaciones de los recursos no declarados, proyectos no culminados y promesas incumplidas.

Ahora bien, la Asamblea por sí sola no puede invertir estas realidades de un plumazo, pero si puede activar los mecanismos para que el cambio empiece a darse. La organización ciudadana, la unidad política y los objetivos claros, pueden darnos la oportunidad de empezar a recuperar espacios de diálogo, espacios de reencuentro, espacios de construcción de un nuevo país.

Lo que quizás no sabe y pretendo ahora hacerle saber, es que el próximo 6 de diciembre podemos dar el giro hacia la Venezuela que usted y yo queremos, con una Asamblea Nacional verdaderamente útil que logre abrir el camino a un futuro mejor; pero el factor más importante, la posibilidad que eso sea posible, solo depende de usted.

EN CAMPAÑA


Los reglamentos administrativos y electorales del país son muy explícitos en ciertas condiciones que deben cumplir los funcionarios públicos venezolanos. Éste  prohíbe entre otras cosas, el uso del patrimonio público    en beneficio de cualquier organización, el uso del cargo para favorecer alguna candidatura y actuar, ostentar o hacer publicidad por alguna parcialidad en ejercicio de sus funciones.

Tras el despliegue observado para las primarias del partido gobernante,  vemos como muchos funcionarios del gabinete de gobierno usaron con absoluto descaro, los medios públicos nacionales para su  contienda  utilizando su cargo para vociferar como evento estatal, un evento político.

Sumado a la violación de norma que implica que funcionarios ponga a disposición transporte o medios públicos para fines particulares, asistimos a un irrespeto y burla electoral a unas concesiones muy particulares del poder electoral y un discurso coercitivo por parte del gabinete a afirmar " saber quién voto y quien no"

En el caso del Municipio Libertador la situación es más triste y desoladora. Nuestro alcalde se ha olvidado que fue elegido y sólo aparece para hablar de asuntos que sólo competen a su partido.  Este municipio  tiene  una de las tarifas más caras de aseo público,  las tasas más altas de homicidios, la más cara de las ciudades, el mayor número de habitantes de la zona metropolitana y sin duda alguna, el alcalde más ausente.

El país y la ciudad de caracas sufren un mal insólito y triste. Funcionarios que son eternos candidatos y que solo recuerdan su investidura para el uso de los recursos públicos en las campañas.

La ventaja política, no solo vulnera el principio democrático más elemental de todos que reside en la igualdad de condiciones y oportunidades para elegir y ser elegidos, sino que el ejercicio parcializado de su función ha ido  en detrimento de la gestión pública. El alcalde del municipio libertador no ha podido ser acalde porque nunca ha dejado de ser jefe de campaña, el alcalde no ha podido hacer gestión porque está haciendo campaña.

Se viola la norma, se desatiende a los caraqueños y  se vulnera la democracia para hacer campaña por un cargo que solo es usado para hacer aún más campaña. Parcializado de su función ha ido  en detrimento de la gestión pública. El alcalde del municipio libertador no ha podido ser acalde porque nunca ha dejado de ser jefe de campaña, el alcalde no ha podido hacer gestión porque está haciendo campaña.

Se viola la norma, se desatiende a los caraqueños y  se vulnera la democracia para hacer campaña por un cargo que solo es usado para hacer aún más campaña.

Inseguridad Venezolana


La inseguridad ciudadana, ha convertido a muchos venezolanos en exiliados sociales en otros países, ha con desmovilizado a las ciudades, ha impregnado de miedo a nuestra población, y nos ha dado los primeros lugares en el ranking de las ciudades más peligrosas, es hoy por hoy, un cáncer que está enfermando de forma letal a los venezolanos.

Este  problema  que junto a la crisis nos aqueja profundamente, es un fenómeno complejo que tiene su origen en una variedad  de factores económicos, sociales, culturales, familiares, institucionales. El despliegue de la fuerza pública, en el castigo justo y a tiempo de los que violan la ley,  es un componente necesario, pero dada esta complejidad no es por sí sólo la solución. La misma  es igualmente compleja y debe involucrar acciones que contemplan incidir en tales factores.

Uno de estos tantos elementos se encuentra las políticas preventivas para que este fenómeno siga acentuándose y creciendo en la sociedad venezolana. Esta requiere acciones desde el Estado, planificadas a corto, mediano y largo plazo, que contemple la protección de personas en riesgo de incurrir en delitos, políticas sociales que ataquen los problemas de fondo que provoca la violencia,  de manera que la disminución de la violencia solo es posible con políticas integrales que incluyan la educación, la salud, el acceso a la justicia, disminución contra  la pobreza, etc.)

Las políticas sociales hasta ahora aplicadas en el país buscan en la sobrevivencia de nuestras poblaciones más vulnerables, pero no supone la superación de sus condiciones de vulnerabilidad. De igual manera nuestras políticas de seguridad llega, con mucha suerte a la concertación de actores públicos, que establecen protocolos de seguridad para la fiscalización del ciudadano, dejando de lado elementos como, las causas y las consecuencias de la inseguridad en el país.

El análisis integral, objetivo de este fenómeno, la posterior planificación multifactorial de la política pública, puede regresar a nuestras ciudades, las risas y las conversaciones a puerta de casa, puede traer de vuelta a los familiares que extrañamos y puede sacarnos del infortunado ranking de países violentos.

Ineficiencia e irrespeto gubernamental


Este gobierno se ha caracterizado por dos características fundamentales. La ineficiencia y el irrespeto por las leyes. La primera de ellas nos ha convertido en victimas constantes de ciudades abandonadas, supermercados sin comida, familias en luto y una economía hiperinflacionaria.

El segundo elemento nos ha hecho  víctimas de un  gobierno que usa la ley como un manual de sugerencias, y donde los derechos fundamentales se ejercen según el color político de quien la exige.

Ambas han propiciado que el país exportador de petróleo,  de renta media se haya convertido en un importador de alimentos de nuestra canasta básica y en la burla mundial por la escasez.

Los venezolanos somos testigos  de un gobierno que no le importa que los ciudadanos gasten casi todo su salario en alimentos con precios desorbitados, que la mayoría de sus jóvenes se hayan ido del país o estén por irse, que existan cada día historias de robos, asesinatos y secuestros.

Mientras ello sucede la élite política se traslada con escoltas, compra su comida en el exterior, viaja sin divisas autorizadas y habla de un gobierno de calle que solo beneficia a quien está en sus sillas.

Lo grave de su naturaleza de gestión, es que Venezuela  no sólo sufre una de sus peores coyunturas económicas, también estamos en medio de un ataque sin límites a los derechos ciudadanos .

Ante tamaño atropello la defensa no depende de unos pocos, depende de todos aquellos que queremos una ciudad y un país distinto. El reto de los que pensamos que Venezuela merece eficiencia en sus políticas y responsabilidad en su gestión, debe buscar defender  nuestros derechos, exigir la transparencia en nuestros espacios, continuar la búsqueda de la justicia y enfrentamos, en conjunto y al unísono al menoscabo de nuestra democracia.

Venezuela exige de nosotros entender que la unidad obedece a una meta más honorable y más importante que nosotros,  y esa  consiste sacar a Venezuela de esta ineficiencia y de este irrespeto. La unidad no supone olvidar nuestros intereses, pero si supone ponerlos en conjunto para lograr este objetivo.