No lo absolverá
STALIN GONZÁLEZ | EL UNIVERSAL
18 de Mayo de
2009
El Estado ha venido arrastrando una deuda
con las universidades que es histórica
con las universidades que es histórica
El recorte presupuestario (del 6,7%) que sufrieron las universidades públicas
obedece a este ego absurdo del gobierno que no ha podido hacerse de ellas. Son
las universidades parte de esos pequeños espacios que aún no controla, no dirige,
no manipula; son autónomos lugares en que el autoritarismo aún no ha logrado su
despliegue y, más aún, donde los "dedos de Chávez" ni remotamente se
aparecen.
El Estado venezolano ha venido arrastrando una deuda con las universidades que
es histórica. El presupuesto destinado a la educación siempre ha sido pírrico,
con pequeños aumentos que se escurren en el pago de la burocracia. Sobre el
recorte perenne e histórico viene ahora el recorte de la insensatez, del
personalismo herido, de la estupidez humana infinita y descarada.
¿Quiénes pagan las consecuencias de este recorte, quienes deben bregar con el
hecho de no tener los recursos para cubrir las actividades que se desarrollan
en las universidades públicas? ¿Los estudiantes hijos de papá y mamá, los
profesores de derecha aliados con el imperialismo Yankee? Pues no, en las
universidades públicas hay muchísimas actividades que aportan al desarrollo de
este país. En la Universidad Central de Venezuela, en la Facultad de
Odontología se presta servicio a la población; en la Facultad de Medicina
tenemos institutos sumamente importantes como el de Inmunología, el de Medicina
Tropical y el de cirugía experimental, que han sido modelos en América Latina. En
la Facultad de Farmacia se produce el suero antiofídico. Y así como estas
facultades, la UCV también tiene mil cosas que ofrecer a la realidad, a la vida
del país como todas las casas de estudio, cuyo objetivo primordial es aportar
al avance y el desarrollo tanto en el
área técnica como en el área social, entendiendo la dialéctica de la vida.
Es contra esto que el gobierno está arremetiendo, todo ello enmascarado en su
afán por demostrar lo magnánima de su conducta y sus decisiones. Sin embargo,
estoy seguro que la historia no lo absolverá, mucho menos nosotros los que
vivimos y somos universidad.
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