El Metro de Caracas se sacó la lotería
STALIN GONZÁLEZ | EL
UNIVERSAL
30 de marzo de 2011
Una ciudad sin movimiento es una urbe en retroceso.
Una ciudad cuya
vida se va en horas en estado catatónico es un ente improductivo. Una ciudad
cuyo tiempo ocurre apostado en las avenidas y calles, esperando que avance la
cola infernal pierde parte importante de lo que la define como urbe. En estos
momentos, Caracas sufre de la terrible realidad de ser una ciudad parada.
El transporte público es un drama que, más allá de las infinitas
definiciones, análisis y conclusiones, mientras no se resuelva de modo
organizado y con la intervención de los gobiernos locales, poco puede cambiar,
desmejorando la calidad de vida de los caraqueños. El desarrollo de la ciudad
se ve a tramos, con pequeños avances que obedecen a cada período electoral. Las
ofertas clientelares y asistencialista cubren algunos de los mil agujeros de
nuestra Caracas.
El problema del metro y la falta de coherencia de un plan urbano que
recoja las necesidades, no de un sector sino de la urbe en su conjunto, se
evidencia en el desorden al intentar recorrer la ciudad de este a oeste, o de
norte a sur y viceversa. Ahora bien, como el 2012 viene cargado de expectativas
políticas de reelección indefinida, las obras se apresuran al costo que sea. No
importa la plata que se tenga que invertir; no importa si hay que pagar turnos
dobles. Algo hay que inaugurar. 2012 será el año de la demagogia en pasta, el
año en el que todas las casas que se prometieron se entregarán así no tengan ni
divisiones, ni tuberías. Eso no importa. Mientras la obra que salga en la tele
con el presidente esté bonita y medio armadita será todo un triunfo.
Igual ocurre, entonces, con el metro. Frente a la crisis que se veía
venir en una ciudad que aumenta el volumen de habitantes, se insiste en
atapuzar la línea 1 sin que se culmine la paralela. La respuesta es que el
multiabono se entregue en papel amarillo y que el presidente siga pidiendo
créditos adicionales para inyectarle dinero a Odebrecht, a ver si con el
capital nacional la trasnacional brasileña termina alguna de las estaciones y
aumenta la cantidad, ya que en 12 años sólo se han construido 7 estaciones.
Recuerdo que en la campaña anterior se inauguró la línea de la
Rinconada, dejando todas las estaciones que ampliaban las líneas cerradas. Pero
algo había que mostrar, siempre apelando a poner una primera piedra para que la
gente vote por ellos, aun cuando la obra se paralice en el mismo momento en que
se asume el poder.
Según cifras oficiales, el avance de las obras civiles en este
proyecto se ubica en 16,72% e involucra una inversión de 1.110 millones de
dólares. Han ejecutado 303 millones de dólares y quedan por ejecutar 797
millones de dólares. La pregunta es: ¿terminarán alguito para que el presidente
se tome la foto? El sistema se sacó la lotería. Vienen las elecciones.
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