jueves, 24 de octubre de 2013

El Metro de Caracas se sacó la lotería


STALIN GONZÁLEZ |  EL UNIVERSAL
30 de marzo de 2011 

Una ciudad sin movimiento es una urbe en retroceso. 

Una ciudad cuya vida se va en horas en estado catatónico es un ente improductivo. Una ciudad cuyo tiempo ocurre apostado en las avenidas y calles, esperando que avance la cola infernal pierde parte importante de lo que la define como urbe. En estos momentos, Caracas sufre de la terrible realidad de ser una ciudad parada.

El transporte público es un drama que, más allá de las infinitas definiciones, análisis y conclusiones, mientras no se resuelva de modo organizado y con la intervención de los gobiernos locales, poco puede cambiar, desmejorando la calidad de vida de los caraqueños. El desarrollo de la ciudad se ve a tramos, con pequeños avances que obedecen a cada período electoral. Las ofertas clientelares y asistencialista cubren algunos de los mil agujeros de nuestra Caracas.

El problema del metro y la falta de coherencia de un plan urbano que recoja las necesidades, no de un sector sino de la urbe en su conjunto, se evidencia en el desorden al intentar recorrer la ciudad de este a oeste, o de norte a sur y viceversa. Ahora bien, como el 2012 viene cargado de expectativas políticas de reelección indefinida, las obras se apresuran al costo que sea. No importa la plata que se tenga que invertir; no importa si hay que pagar turnos dobles. Algo hay que inaugurar. 2012 será el año de la demagogia en pasta, el año en el que todas las casas que se prometieron se entregarán así no tengan ni divisiones, ni tuberías. Eso no importa. Mientras la obra que salga en la tele con el presidente esté bonita y medio armadita será todo un triunfo.

Igual ocurre, entonces, con el metro. Frente a la crisis que se veía venir en una ciudad que aumenta el volumen de habitantes, se insiste en atapuzar la línea 1 sin que se culmine la paralela. La respuesta es que el multiabono se entregue en papel amarillo y que el presidente siga pidiendo créditos adicionales para inyectarle dinero a Odebrecht, a ver si con el capital nacional la trasnacional brasileña termina alguna de las estaciones y aumenta la cantidad, ya que en 12 años sólo se han construido 7 estaciones.

Recuerdo que en la campaña anterior se inauguró la línea de la Rinconada, dejando todas las estaciones que ampliaban las líneas cerradas. Pero algo había que mostrar, siempre apelando a poner una primera piedra para que la gente vote por ellos, aun cuando la obra se paralice en el mismo momento en que se asume el poder.

Según cifras oficiales, el avance de las obras civiles en este proyecto se ubica en 16,72% e involucra una inversión de 1.110 millones de dólares. Han ejecutado 303 millones de dólares y quedan por ejecutar 797 millones de dólares. La pregunta es: ¿terminarán alguito para que el presidente se tome la foto? El sistema se sacó la lotería. Vienen las elecciones.

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