jueves, 24 de octubre de 2013

Realidades relativas

STALIN GONZÁLEZ |  EL UNIVERSAL
29 de abril de 2010 

En Venezuela hay tantas realidades como 
venezolanos sobreviven en ella

Este país es demostración concreta de aquello que cita que "la verdad no es absoluta sino relativa". En Venezuela hay tantas realidades como venezolanos sobreviven en ella.
 Para una parte de los ciudadanos el problema es el imperialismo y la construcción de un plan trazado con Colombia y demás "países derechistas" para aniquilar la Revolución Bolivariana. Para otros el problema es cómo con una iguana (aliada de Uribe) sabotea la electricidad. Otros se afanan en inventar una nueva figura para reunificar y aumentar sus filas, llámese guerrilla comunicacional o lo que sea. Una parte cree que el problema es qué regalamos en tiempo de elecciones, que no sea platica porque eso ya no funciona. "Regalemos fusiles" dice alguien por ahí.

 Otra tanda se preocupa (ojo hay que ser muy amplio a la hora de incluir problemáticas, pues la priorización elimina a unos cuantos) se preocupa por el resurgimiento de los partidos y trabaja entonces en frenar tal crecida. Y finalmente está el mayoritario, los venezolanos, esos cuyo problema tiene que ver con la incertidumbre que implica vivir en este nuestro país.

 ¿Cuán relativa es la verdad de ese venezolano que no es partícipe más que de las cifras de inseguridad, ese venezolano que está pagando 2 BsF que golpean su débil bolsillo para poder ser mal llevado por el transporte público, ese que no tiene los 2 fulanos bolívares y entonces paga 0,5 del metro para entrar en lo que pudiera ser la peor experiencia de su vida? Ese ciudadano que va al mercado y ve horrorizado que la canasta básica anda en 5.500.

 Ese que ya no quiere ni escuchar noticias para no percatarse del exabrupto que supone la cifra de muertos producto de hechos violentos en un país que no está en guerra. El venezolano que no entiende de "circuitos" ni de "imperio", ese que día a día tiene que sortear sus acciones para conseguir más dinero, ese que tienen una bala con su nombre, ese cuyas palabras conocidas son miedo, desempleo, hambre.


 El tema es cuándo comenzará a ser esa realidad, que no es relativa, realmente importante para quienes dirigen y pretender dirigir este país. Doña Juana y don José no pueden esperar elecciones, o que exista unidad, o que los poderes estén separados. No pueden esperar a que Chávez rote a los ministros a ver cuál sirve. Día a día mueren jóvenes que no pueden esperar a ver los resultados de la fulana policía nacional, que no pueden esperar ni por Mercal ni por Pdval para resolver el almuerzo. Esos y no otros deben ser los problemas que nos quiten el sueño a quienes estamos en esta lucha. 

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