¿Luchas distintas?
STALIN GONZÁLEZ | Ultima Noticias
28 de Junio de 2013
Los estudiantes chilenos han emprendido desde 2011 una movilización
contra su Estado reclamando una educación gratuita, pública y de calidad. La
demanda pasa por exigirle al Gobierno mayor participación en la educación,
mejoras en la calidad educativa y mayores ayudas al estudiantado chileno.
Para que eso suceda en Chile, es necesaria una reforma de ley, ya
que ese sistema privatizado fue parte de los cambios realizados durante la
dictadura de Pinochet.
En Venezuela, el sistema educativo no pudo ser desmantelado, las
luchas estudiantiles dieron una lucha sin cuartel para mantener el carácter
público y gratuito de la universidad logrando que en Venezuela la educación no
se privatizara y la autonomía universitaria sea una bandera que no se pudiera
quemar. Sin embargo, los estudiantes y profesores universitarios han iniciado
en los últimos días una movilización reclamándole al Estado mayor presupuesto a
sus universidades públicas y aumento de las ayudas universitarias, que han
mermado desde hace algunos años -y ya de forma muy grave- la calidad
universitaria.
La postura de nuestro gobierno de "izquierda" para ambas
movilizaciones es muy distinta. El movimiento chileno es visto a través de los
medios oficiales como una reivindicación social heroica por mantener sus
demandas frente a los atropellos gubernamentales; los nuestros son títeres cuya
única función es socavar la institucionalidad del país y cuyo interés es
individual y mezquino. La toma de escuelas chilenas es representado en nuestros
medios como muestra de lucha; nuestro paro universitario, como un acto
"fascista".
Salvando los contextos, estas demandas estudiantiles tienen un mismo
fin: exigirle al Estado el derecho a la educación. Ellos porque esperan que
cese el negocio; los nuestros, porque cese la indiferencia. Nuestros
estudiantes y profesores son tan luchadores como en cualquier país, la
legitimidad de una lucha no lo pone el signo ideológico que se impone un
gobierno, las luchas reivindicativas emergen en todo aquel lugar donde los
derechos no son cumplidos y la sociedad los exija. Los estudiantes venezolanos
merecen toda la admiración y atención de las autoridades y medios públicos,
tanto o más que los compañeros del sur.
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