Alcalde en campaña
STALIN GONZÁLEZ |
04 de Octubre de 2013
"Las funcionarias y funcionarios en general, están al servicio
del Estado, y no de parcialidad política alguna, en consecuencia les está
prohibido...". Así empieza la norma 221 del reglamento de procesos
electorales de nuestro país. Este prohíbe, entre otras cosas, el uso del
patrimonio público en beneficio de cualquier organización, el uso del cargo
para favorecer alguna candidatura y actuar, ostentar o hacer publicidad por
alguna parcialidad en ejercicio de sus funciones
"Las funcionarias y funcionarios en general, están al servicio
del Estado, y no de parcialidad política alguna, en consecuencia les está
prohibido...". Así empieza la norma 221 del reglamento de procesos
electorales de nuestro país. Este prohíbe, entre otras cosas, el uso del
patrimonio público en beneficio de cualquier organización, el uso del cargo
para favorecer alguna candidatura y actuar, ostentar o hacer publicidad por
alguna parcialidad en ejercicio de sus funciones.
En vísperas de una campaña electoral, vemos cómo muchos funcionarios
del gabinete de gobierno están abocados a la campaña municipal y que con
absoluto descaro han asumido un papel en la contienda usando su cargo como la
posición en la cual ellos vociferan el llamado por el Psuv.
Sumado a la violación de norma que implica que funcionarios en
funciones se vayan a inauguraciones oficiales con el candidato de turno al
lado, o que el casa por casa, típico de una campaña, sea mezclado con un
registro de misiones, o que alocuciones envestidos en su cargo institucional
etiquete, desprecie e ignore a la mitad de la población, estos funcionarios no
hacen su función y de su servicio público solo tenemos su exposición mediática.
En el caso del municipio Libertador (DC), solo en la parroquia Catia
hay más de 200 promesas y ni 10% de cumplimiento. La fiesta del asfalto, plan
para la rehabilitación de calles y avenidas, va a 30% de su meta de 2013. Este
municipio tiene una de las tarifas más caras de aseo público, las tasas más
altas de homicidios, la más cara de las ciudades, el mayor número de habitantes
de la zona metropolitana y sin duda alguna con el alcalde más ausente.
La ventaja política no solo vulnera el principio democrático más
elemental de todos, que reside en la igualdad de condiciones y oportunidades
para elegir y ser electos, sino también que el ejercicio parcializado de su
función ha ido en detrimento de la gestión pública. El alcalde del municipio
Libertador no ha podido ser alcalde porque nunca ha dejado de ser jefe de campaña,
el alcalde no ha podido hacer gestión porque está haciendo campaña.
Se viola la norma, se desatiende a los caraqueños y se vulnera la
democracia para hacer campaña por un cargo que solo es usado para hacer aún más
campaña.
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