martes, 22 de octubre de 2013

Buscando Respuestas


STALIN GONZÁLEZ |  EL UNIVERSAL
El Universal, 22 de abril de 2008

Los Caraqueños fuimos testigos nuevamente de los abusos de los que gritan a todas voces que ahora “Venezuela es de todos”; los vecinos del 23 de Enero amanecieron encarcelados; resulta paradójico que mientras un grupo de encapuchados, armados hasta los dientes cerraban toda salida y entrada a la parroquia, en su legítimo “derecho a la protesta pacífica”, fungiendo de reguladores del derecho a transitar, aquellos ciudadanos que, trataban de cumplir con su agenda cotidiana, en la que figura el trabajo diario y la lucha constante para la construcción de un país distinto, se vieron imposibilitados  y verdaderamente inhabilitados en el desarrollo de su faena.

Es por ello que decidimos una vez más romper con el silencio cómplice de aquellos que hoy dicen dirigir la ciudad, ¿Quiénes son realmente los que gobiernan Caracas?, ¿Cómo se entiende que en una parroquia de la capital de un país un grupo armado tome los espacios irrespetando el tan defendido derecho al libre tránsito?, ¿Quiénes son realmente los guarimberos?, y ¿Quiénes representan realmente la autoridad?.
Aquellos que fuimos protagonistas de las distintas movilizaciones efectuadas el año pasado por los estudiantes, podemos recordar los fuertes cinturones de seguridad que rodeaban las instalaciones a las que se intentaba acceder, podemos remembrar fácilmente la respuesta de los distintos entes de seguridad del Estado frente a las acciones que emprendimos en defensa de nuestros derechos, pero sobre todo, es difícil olvidar que – siempre – nuestras únicas armas han sido las palabras, el llamado constante a debatir, el llamado imperante a la paz, a la reconciliación.


Caracas espera respuestas, los caraqueños exigimos que se fijen posiciones; los habitantes de la parroquia el 23 de enero reclaman que se tomen acciones; los  venezolanos queremos justicia, y en este sentido reclamamos autoridades legítimas y no encapuchados impuestos a fuerza de pistolas, fusiles, y escopetas.  Necesitamos que la irreverencia de una ciudad donde los delincuentes le marcan el ritmo a las autoridades Abra Paso al trabajo serio, a una propuesta de ciudad distinta, segura, amable, vivible.  

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