Todos los meses los venezolanos sufrimos la
imposición de una nueva medida económica por parte del régimen, cuya
implementación solo empeora la actual crisis que ellos mismos causaron. Con el
modelo fracasado que impusieron por la fuerza, aumentaron la deuda nacional 5
veces, acabaron con nuestras reservas internacionales y destruyeron el aparato
productivo venezolano. Han demostrado innumerables veces que solo improvisan.
Sin duda, un ejemplo claro de su desconocimiento de cómo funciona la economía
es el Petro, que tanto ruido ha generado en los últimos meses.
En sus inicios, el régimen creó al Petro con
el objetivo de tener una cripto moneda que les permitiera evitar las sanciones
impuestas por la Comunidad Internacional ante sus constantes violaciones a la
Constitución Nacional y la democracia. Sin embargo, a pesar de todos sus
engaños, nadie confió en ellos y no pudieron cumplir su meta.
En la actualidad, el Petro no es más que una
forma de seguir entregando bonos a la población para intentar compensar la
pobreza a la cual han sometido a toda la población. Lo que calla el régimen es
que, al igual que cada aumento salarial, los bonos y el Petro no solucionan el
problema real que afronta el país, solo aumenta la hiperinflación, perjudicando
a todos los venezolanos. Con cada bono y Petro que otorgan, admiten la
desgracia en que dejaron al pueblo y lo afectan aún más.
Con el Petro el régimen demuestra su desesperación por
contrarrestar el fracaso de su modelo. Esto se evidencia aún más con la
dolarización forzada actual, que solo pueden aprovechar las pocas personas que
tienen ingresos en dólares. En esta economía dolarizada, la gran mayoría de los
venezolanos que tienen su sueldo exclusivamente en Bolivares quedan excluidos y
por eso no pueden cubrir sus necesidades básicas. Así, la desigualdad entre la
población crece por el desastre causado por las malas políticas del régimen.
El último aumento salarial solo llevó a cada venezolano a
ganar 3 dólares mensuales porque la inflación se comió al sueldo. Así queda
claro que ellos son incapaces de garantizar estabilidad
económica al país y que la política monetaria es un desastre que solo ofrece
miseria a los ciudadanos.
Los venezolanos merecemos un modelo que si brinde garantías
económicas reales y permita una correcta restructuración de la economía, de
modo que se pueda reactivar el motor productivo del país, se elimine la
hiperinflación que tanto nos afecta a todos y el salario pueda cubrir las
necesidades básicas. Necesitamos un cambio político legítimo y democrático para
dar fin a los problemas que padecemos.
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