Los eventos políticos que sucedieron
esta semana son una muestra más del deseo de cambio, de todos los sectores de
nuestro país. Cada vez se hace más evidente que la crisis que sufrimos
todos los venezolanos tiene una sola causa, el mal gobierno del usurpador,
Nicolás Maduro.
Para el mundo es incuestionable que,
la causa de todos los problemas es la corrupción en todos los niveles de la
administración, que ocasionaron que en el país no se haya invertido más nunca
en una carretera, en un hospital, en una represa o en el sistema eléctrico; y
por eso, hoy no tenemos luz, agua, servicios públicos o un sistema de salud
digno. Todo esto en medio de la mayor bonanza petrolera, y el mayor robo de la
historia de la hacienda pública venezolana.
Desde la Asamblea Nacional hemos
avanzado en todos los esfuerzos para superar la crisis nacional en la que nos
hunde cada día más Maduro y su combo. El mayor de los esfuerzos debe ser
la restitución de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela,
como el más alto instrumento de convivencia ciudadana, y la única herramienta
capaz de garantizar un verdadero Estado social de derecho y justicia.
Ellos se encargaron de destruirla y
poner a sus intereses todas las instituciones del país dándole la espalda a los
venezolanos, creando escasez, hiperinflación, apagones, hospitales desiertos;
mientras ellos se enriquecen y se atornillan en el poder. Ellos viven del
sufrimiento de todos.
Nuestra tarea siempre será cumplir y
hacer cumplir la Constitución. Actualmente, los distintos titulares de los
poderes públicos están fuera de la Constitución, ni los rectores, ni el fiscal,
ni el contralor, ni el defensor, ni la mayoría de los magistrados del TSJ
cumplieron ni las formas ni los requisitos que establece la carta magna, y eso
hay que corregirlo. Por eso, la ruta que hemos establecido es el cese de la
usurpación, gobierno de transición y elecciones libres.
Hoy el mundo entero reconoce la
profunda crisis que vive el país, y reconoce que la única institución con
verdadera legitimidad es la Asamblea Nacional. No hubo una verdadera elección y
nadie la reconoció, y por eso Maduro es el usurpador. Ellos, enfermos de poder,
han deteriorado todas las condiciones de vida de los venezolanos sólo por
seguir viviendo todas las ventajas que les da el país.
Para nosotros la ruta es clara. Solo
sacando a Maduro del poder podemos construir el nuevo país que queremos y la
Constitución es nuestra guía. El gobierno de transición debe recomponer todas
las estructuras del Estado y garantizar así, el derecho de todos los ciudadanos
a convivir pacíficamente.
Finalmente, la celebración de unas
elecciones libres, con condiciones electorales que respeten el derecho de todas
las personas a elegir, o ser elegidos. A tener una organización política y
elegir democráticamente, con árbitros imparciales y justos, con un proceso
transparente y con observación internacional capacitada que reconozca el
cumplimiento de los resultados y garantice los derechos de vencedores y
vencidos.
La democracia es el debate de ideas,
la generación de consensos, para llevar adelante las mejores propuestas para
una verdadera justicia social. Hoy más que nunca, para
construir nuestro país necesitamos de
la democracia para salir de esta crisis.
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