Ante la
propuesta que llevamos los representantes de la delegación en la negociación
con la mediación de Noruega, en el formato de barbados, para solucionar los
problemas del país, la reacción del régimen fue desconocer la propuesta,
pararse de la mesa y fingir un diálogo con supuestos sectores de la oposición,
que no tienen ningún tipo de legitimidad ni apoyo de los venezolanos.
Esta
acción es parte del mismo guión que utilizaron el 20 de mayo del 2018, cuando
arreglaron unas elecciones ilegitimas, con supuestos sectores de la oposición,
que solo se ajustó al discurso e intereses del régimen. Demuestran una vez más
que no les interesa encontrar soluciones a los problemas que afronta el país y
que padecen millones de venezolanos.
El régimen
toma esas medidas porque no puede darle la cara a la realidad del país con una
verdadera oposición, esa que se ha fortalecido todos estos años. Saben que
nuestra ruta sí puede brindar soluciones a los venezolanos y por eso, cuando se
sintieron acorralados, huyeron de la mesa.
Por si
fuera poco, anunciaron la reincorporación del PSUV a la Asamblea Nacional, a
pesar del invento inconstitucional del desacato. Con esto reconocen la
legitimidad de la única institución democráticamente electa que aún persiste en
Venezuela y las decisiones que ha tomado.
No vamos a
caer en los engaños del régimen que finge un diálogo con una minoría que no es
representativa y violenta la Constitución. Nadie cree sus farsas porque en 20
años solo han mentido y causado la peor crisis de nuestra historia.
Por
nuestra parte, siempre hemos sido respetuosos de la Constitución. En ella están
expresados los pasos y condiciones para realizar unas elecciones verdaderamente
libres y justas. Nosotros estamos comprometidos con esto, porque sabemos que
solo así el país podrá encaminarse en la vía de la prosperidad.
Los
venezolanos sabemos que en la actualidad las instituciones del Estado no están
aptas para un proceso democrático. Para unas elecciones libres hay que renovar
la directiva del CNE, pero eso, por sí solo, no es sufriente. También hay
que renovar a los magistrados del TSJ, designar el Poder Ciudadano como se
debe, dejar sin efecto a la fraudulenta Asamblea Nacional Constituyente, eliminar
la censura contra medios de comunicación, liberar a todos los presos políticos,
quitar las inhabilitaciones y prohibir el uso de los recursos del Estado como
medio de chantaje.
Esta lista
de condiciones imprescindibles para tener unas elecciones en el país es
respaldada por nuestros aliados, que están comprometidos con el regreso de la
democracia al país. El grupo de Lima, Estados Unidos, la Unión Europea y el
reino de Noruega coinciden en que solo bajo un contexto apegado al Estado de
Derecho se pueden realizar las elecciones que tanto necesitamos.
Los
venezolanos queremos y exigimos poder elegir nuestro futuro, sin miedo a ser
perseguidos o encarcelados por pensar distinto. Por eso vamos a continuar
trabajando sin descanso hasta lograr nuestra meta.
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