11 de Enero de 2019
Desde la Asamblea Nacional hemos venido
advirtiendo, a lo largo de los últimos años, que cada día que pasa, Nicolás
Maduro y su combo se aleja tanto de la legalidad y de la Constitución de todos
los venezolanos, como de la realidad que nos afecta a todos. Crisis
generalizada de servicios públicos, salud, empobrecimiento acelerado y con la
peor hiperinflación de la historia latinoamericana, son causadas por el
desgobierno y son el efecto de la violación del Estado de derecho.
La Junta Directiva de nuestra Asamblea
Nacional, único órgano legítimo reconocido por todo el mundo, ha declarado la
usurpación del cargo de la Presidencia de la República. Esto es un hecho
inédito en nuestra historia democrática, ya que un grupo quiere robarse las
atribuciones del ejecutivo nacional sin haber sido electo en unas elecciones
libres, claras, transparentes, justas, con la participación de todos los
miembros de nuestra sociedad.
Las últimas elecciones presidenciales que se
pueden recordar fueron aquellas que hubo que realizar hace 6 años, en un
período de 30 días, por la falta absoluta del presidente electo, y que mostró
una participación masiva de la población venezolana, con una sociedad
polarizada en prácticamente dos mitades.
6 años después, con todo el avance de la
crisis económica y social que en la que nos hundió Maduro, el grupo que
gobernaba conspiró para violentar todos los principios democráticos y de
separación de poderes que rigen el Estado social de derecho y de justicia que
propugna la constitución, y ha decidido autoproclamarse gobernadores,
saltándose todas las formas y principios democráticos de nuestra carta magna.
Es labor de toda la sociedad en su conjunto,
trabajar para que nuestra Constitución, como marco jurídico que regula a la
población venezolana, vuelva a estar en vigencia y proteja a todos los
venezolanos de las ambiciones de un pequeño grupo de poder. La Asamblea Nacional
no puede asumir sola el gobierno nacional porque carece de los medios para
hacer efectiva las decisiones que de ella emanen, pero si puede construir la
base política que oriente y presione a todos los factores para que un cambio
sea posible.
Nuestro trabajo es impulsar un modelo de
cambio político que nos oriente a la prosperidad, porque quienes usurpan el
poder nos han condenado al fracaso y a la pobreza. La mejor forma se hacerlo es
construyendo, con todos los miembros de la sociedad, y proyecto país que haga
visible las alternativas que tenemos a este modelo frustrado y arruinado. Con
la participación de todos podemos levantar las bases de un cambio político
definitivo que resuelva la crisis política que vive el país y que tiene
condenado a toda la población venezolana.
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