miércoles, 19 de agosto de 2020

VIDA DIGNA PARA EL TRABAJADOR VENEZOLANO

 31 de Julio de 2020

En una sociedad sana el salario ganado mensualmente por los trabajadores, gracias a su labor, les permitirles cubrir sus necesidades de alimentación, vivienda, vestimenta,  servicios y recreación, para su desarrollo personal y el de su familia. Lamentablemente, este no es el caso de Venezuela, donde el salario mínimo es menor a los 2$ y no alcanza ni siquiera para comprar un cartón de huevos. A pesar de que el régimen no se cansa de repetir que tienen un “presidente obrero” que se preocupa por los trabajadores venezolanos, la amplia mayoría apenas pueden sobrevivir el día a día.

En la actualidad, la situación de los trabajadores venezolanos es tan precaria que deben recurrir a la protesta de calle y las denuncias públicas para exigir los ingresos que merecen, incluso arriesgando su salud por la pandemia. Según los datos del Observatorio de Conflictividad Laboral y Gestión Sindical del Inaesin, se registraron en el primer semestre de 2020 559 conflictos laborales y al menos 96 reclamos en junio. Es tal la situación que 9 de cada 10 protestas documentadas fueron en los sectores públicos. No obstante, el chavismo ignora los reclamos y criminaliza a los sindicatos, persigue a quienes demandan salarios dignos y censuran toda manifestación pública de malestar. 

Los trabajadores del sector petrolero, que durante décadas fue una de las áreas con mejores remuneraciones del país, no escapan de esta tragedia. Un ejemplo es la situación de los pensionados. En el 2014 Pdvsa tomó control del Fondo de Pensiones  (creado en 1993), sin consultar a los trabajadores y ese mismo año la empresa pidió un préstamo de estos ahorros, el cual 6 años después aún no ha sido pagado. Peor aún, acorde a la normativa de ese Fondo cada pensionado de PDVSA debería ganar alrededor de 660 dólares, cuando hoy solo reciben 400mil bs. Esto es un crimen atroz contra personas que durante tantos años brindaron su esfuerzo al país.

Esta cruel realidad se extiende para los diferentes grupos de trabajadores de la empresa quienes, cansados de las injusticias y atropellos de la administración del régimen, han decidido a protestar estos últimos meses exigiendo el pago del fondo de pensiones, reajuste de salarios, aumento de la Tea (Tarjeta Electrónica de Alimentación) y cumplimiento de beneficios médicos. El personal de la petrolera no solo ha sido testigos del desplome de la producción de PDVSA, del quiebre de nuestras refinerías y los atropellos del chavismo, también han visto su calidad de vida caerse por los suelos, afectando también a sus familias.

El chavismo ya demostró durante estos 21 años que solo puede causar destrucción e injusticias. Solo tienen mentiras, dolor y persecución para quien se opone a su modelo corrupto. Es por eso que Venezuela necesita un cambio político, que nos permita recuperar la democracia y el Estado de Derecho para reconstruir el país. En democracia los abusos se pueden denunciar sin miedo, los funcionarios públicos tienen que rendir cuentas al pueblo y se pueden supervisar la administración de los recursos. De esta forma los venezolanos volveremos a contar con salarios dignos para poder cubrir nuestras necesidades, mantener a nuestras familias y alcanzar el progreso social.

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