Día de la juventud
Stalin González
El día que escribo este texto es 12 de Febrero, día de la
Juventud en Venezuela. Un día como este celebramos que el General José Félix Ribas defendió la
ciudad de la Victoria con el apoyo de
unos mil estudiantes de los colegios
y seminarios de la ciudad, que tras una guerra de un día, dicen los textos que
empezó a las 8 de la mañana y se alargó hasta finales de la tarde, y con el
apoyo de Vicente Campo Elías y su caballería, lograron que los realistas se retiraran del combate.
En aquel momento Bolívar le concedió al General Ribas el título
de “el Vencedor de los Tiranos”, desde 1947 celebramos este día como el día de
la juventud y desde entonces vemos como los jóvenes venezolanos son
protagonistas en las luchas políticas de este país.
La juventud venezolana no ha cesado de reclamar los derechos
que le corresponden, de ser parte de los procesos políticos que hemos
atravesado, en reclamar cambios en la
sociedad en la que viven y ni se han
salvado de las exclusiones, discriminaciones ni atropellos de los regímenes que
hemos sufrido en nuestra historia contemporánea.
Doscientos años después de esta batalla, Venezuela vuelve a
ser sometida, esta vez por un régimen
que se autoerige como vanguardista y democrático, que celebra el día de la
juventud como un día importante en la revolución , pero que a la par, a los jóvenes los criminaliza, apresa, golpea, tortura y en
lamentables casos la fuerza policial los asesina.
Este régimen tiene respuesta al reclamo, la represión y si
insisten la cárcel. Una cárcel sin visitas, sin aire natural, con pérdida de
noción del tiempo, con amenazas y sin derechos.
Nuestra juventud que,
por reclamar más seguridad para ellos y sus pare , por exigir una
Venezuela más democrática y por convertirse , una vez más, en los abanderados
de los cambios que exige el país, son llevado a una cárcel que se ha denominado
“La tumba”.
La tumba, son numerosas celdas pintadas de blanca y gris,
hechos de cemento, sin ventanas, ni luz,
en un sótano de las fuerza
policial de Caracas. Los allí apresados pocas veces ven a luz natural, tienen
pocas visitas, solo escuchan la bota militar y el sonido de la rejas. A
doscientos un año que los jóvenes venezolanos
replegaron a las fuerzas patrióticas que nos sometían, los jóvenes venezolanos son enviados a la
tumba.
Pero por ello, La juventud no se amilana. Son ellos y muchos
venezolanos que lo acompañamos, los que estamos decididos a cambiar este país y luchar como siempre lo ha hecho
la juventud venezolana por ser libre y soberana.La tumba y sus
creadores serán parte de la historia oscura de este país y los jóvenes
venezolanos una vez más protagonistas del
proceso histórico, que harán de esta faceta del régimen, historia.
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