jueves, 9 de enero de 2014

Enero 2014

STALIN GONZÁLEZ |Ultimas Noticias
13 de Diciembre de 2013

El 6 de enero de 2014 aún tendremos un poco de malestar por el exceso de comida y licor, un poco de sueño por los trasnochos y el optimismo de que perderemos esos kilos del exceso propio de las fechas
El 6 de enero de 2014 aún tendremos un poco de malestar por el exceso de comida y licor, un poco de sueño por los trasnochos y el optimismo de que perderemos esos kilos del exceso propio de las fechas. También nos acompañará la angustia de que en enero la bonanza de diciembre se acabó y vendrá uno de los eneros más difíciles para los venezolanos.


Desde que el Gobierno nacional decidió hacer una cruzada contra el comercio nacional, llevando no solo a vendedores especuladores sino también criminalizando a todo aquel que tenga un negocio aprovechándose de la época electoral para ejercer medidas populares como improvisadas, los venezolanos solo tenemos como certeza que la contraparte a esta Navidad de precio justo, le sigue un año devaluado, con escasez y con una arremetida de la inflación.

Y esa certeza no es un error, pues pese a la “fiesta de precios justos” que lleva adelante el Gobierno, todos sabemos que la inflación y el desabastecimiento no se solucionan con la toma de tiendas y con el decreto de precios, el desabastecimiento se debe al poco incentivo nacional y la regulación de precios sin revisión, a la reducción de materias primas importadas por el retraso de pago de divisas, reduciendo de forma drástica la producción de enseres básicos. Unido a ello, el exceso de gasto público ha lanzado un dinero a la calle que, al no tener que comprar, eleva los precios.

La solución de ellos pasa por una necesaria política económica que coordine con las empresas privadas un ajuste de nuestro sistema económico con seriedad, voluntad y planificación. El Gobierno nacional no lo ignora; muestra de ello es que no se han terminado de contabilizar los votos, y ya el Vicepresidente del país anunció el necesario debate de las políticas económicas. Pero prefirió cerrar su gestión de 2014 con mucho de pan y de circo, alargando la crisis para mantener su revolución, al parecer también estaba en descuento la ética para poder compra, unos cuantos votos. 

Por ello, el venezolano compra ahora, porque en enero no podrá. El venezolano busca la comida ahora que sabe que en enero no encontrará. El venezolano disfruta ahora lo que sabe que en enero ya no podrá. Viene un enero que todos sabemos difícil y que el Gobierno ya no tendrá a más nadie a quien culpar.

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