viernes, 24 de enero de 2014

Rendición de cuentas

STALIN GONZÁLEZ | ULTIMAS NOTICIAS
23 de Enero de 2014

La rendición de cuentas no solo se trata de la entrega en los organismos competentes de un gran texto con la relación de lo proyectado y lo gastado, supone también la disposición de esa información para todos los ciudadanos en el momento en que lo soliciten
La rendición de cuentas y responsabilidad en el ejercicio de la función pública tiene su fundamento en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela . De ello desprende que todo funcionario público venezolano está en la obligación de mostrar como ha administrado los recursos públicos que han estado a su cargo. Este proceso además de favorecer la transparencia en la gestión, reduce la corrupción y favorece la cultura democrática , haciendo participe a la población y responsable a los gestores de la administración pública.

La rendición de cuentas no solo se trata de la entrega en los organismos competentes de un gran texto con la relación de lo proyectado y lo gastado, supone también la disposición de esa información para todos los ciudadanos en el momento en que lo soliciten y la discusión, en caso que lo amerite, de como fue la administración de los recursos gastados.

Sin embargo, aunque esté en nuestra Constitución y son variadas las razones por las que la rendición de cuentas debe ser vital en un sistema democrático, en el país se subestima su importancia y su ejercicio, desde las organizaciones más pequeñas hasta el poder ejecutivo nacional.

El informe de Contraloría social de 2011 de la Contraloría sobre los consejos comunales señalaba las dificultades que tenían entonces para que estas organizaciones dieran cuenta de sus diferentes actuaciones en los proyectos que llevaban adelante. De igual forma , los venezolanos asistimos anualmente a la entrega de la memoria y cuenta de la Asamblea Nacional, pero rara vez es discutida en sus respectivas comisiones y si en algún momento intentamos acceder a dichos documentos nos topamos con muchas dificultades , por lo que el ciudadano interesado en los proyectos, en sus avances o retrocesos será guiado por notas de prensa o alocuciones del funcionario al frente.

En el caso del ejecutivo nacional, dada la situación actual del país, esperábamos que el responsable de la gestión nacional justificara sus políticas en su primer año de gestión, mostrara algunos números del éxito o fracaso de tales políticas, e incluso abriera la posibilidad de algún debate sobre las decisiones tomadas, pero vimos que fue una declaración de intenciones y nuevos nombramientos, y subestimando su importancia, no hubo una rendición de cuentas.



lunes, 13 de enero de 2014

Derecho a la vida

STALIN GONZÁLEZ | Ultimas Noticias 
10 de enero de 2014

El derecho a la vida es el más básico e importante de todos los derechos que posee el ser humano. Su importancia radica en que, sin vida, es imposible el ejercicio de todo otro derecho.
El derecho a la vida es el más básico e importante de todos los derechos que posee el ser humano. Su importancia radica en que, sin vida, es imposible el ejercicio de todo otro derecho. Por tanto, la garantía a la supervivencia del ser humano y su desarrollo vital es el primer principio de innumerables acuerdos, pactos, principios y leyes que rigen la convivencia humana.

La garantía y el respeto a la vida indudablemente empieza por cada uno de los ciudadanos, pero la institución responsable de que cada uno de los que habitan en un territorio respete la vida y en caso contrario sea sancionado, es aquella institución que la administra, siendo esta el Estado.

Hace mucho tiempo y cada vez de forma más grave, el Estado venezolano ha fallado en su papel como garante de vida y administrador de justicia a quien la irrespeta. Las políticas de seguridad hasta ahora aplicadas han fracasado.

La militarización de nuestras calles no ha reducido en los últimos quince años el número de familias enlutadas; todo lo contrario, ha crecido de forma permanente, muriendo año tras año más y más personas.
El número de homicidios a escala nacional en el año 1999 es, quince años después, casi el mismo número de muertes que suceden solo en la capital del país. La violencia ha invadido nuestras calles y no habrá éxito en ninguna gestión si no la sacamos de allí.

El primer objetivo de este y cualquier estado es que los seres humanos que en su territorio habitan tengan, por lo menos, el mas básico de sus derechos, que es vivir. El miedo y el duelo a los que estamos sometidos los venezolanos de forma permanente es una violación de nuestro derecho fundamental, y ello es su entera responsabilidad.

La defensa de la vida es un tema público; al contrario de lo que se proclama, es necesario la politización de la violencia en este país. Es nuestro derecho que el principal problema de los venezolanos, lo que más nos afecta de forma importante y masiva produzca un debate publico, donde las causas, problemas y dificultades sean expuestas de la forma más plural, y transparente posible, es nuestro derecho que todos los niveles gubernamentales sean sumados a las soluciones y propuestas y que todos juntos podamos garantizar lo más elemental para los venezolanos y cualquier ser humano: la vida.



jueves, 9 de enero de 2014

Caldo Morado

STALIN GONZÁLEZ | Ultimas Noticias
27 de Diciembre de 2013

Muchas manos en el guiso ponen el caldo morado, reza el dicho para advertirnos que la triplicación de esfuerzos por el mismo objetivo entorpece el resultado
Muchas manos en el guiso ponen el caldo morado, reza el dicho para advertirnos que la triplicación de esfuerzos por el mismo objetivo entorpece el resultado. Si Caracas fuera un guiso, el gobierno del Distrito Capital, el Ministerio para la Transformación de Caracas, la Alcaldía Mayor y la Alcaldía del municipio Libertador lo estarían poniendo morado.


Caracas, como sabemos, es una ciudad compleja, con parroquias densas y llenas de particularidades que requieren coordinación, coherencia y congruencia en las políticas dirigidas a ella, para que sean posibles soluciones viables, sostenibles y lo más incluyente posibles a todos sus ciudadanos.

En la ciudad se han multiplicado las instituciones que la gestionan, a menudo con competencias que se solapan y con presupuestos divididos, lo que hace que ninguna tenga una voz cantante ni presupuesto suficiente para llegar a ejecutar cualquiera de los proyectos que alguna se plantee.

Esto comenzó en 2008, cuando al perder la Alcaldía Metropolitana el Gobierno decidió crear el gobierno del Distrito Capital y le transfirió competencias y presupuesto de la Alcaldía Mayor, dejando a ese cargo de elección popular con un número muy reducido y limitado de competencias. No se aprendió la lección entonces y repitieron la estrategia ahora, creando otra institución para Caracas, cuando precisamente eso es lo que le sobra.

Limitar la creación de instituciones paralelas a las elegidas por la voluntad popular debe obedecer, en principio, al respeto de las decisiones que tomamos como ciudadanos en las urnas, y al respeto a nuestra Constitución, que señala de forma clara cuáles son las instituciones que gestionan nuestro territorio a nivel nacional, estadal y parroquial. Pero, en segundo orden y con la misma importancia, el florecimiento de instituciones, lejos de ayudar, entorpece gestionar Caracas.

En este momento político, en el que las intenciones de diálogo y de trabajo conjunto en pro de los venezolanos están en la mesa, la gestión racional, concertada, incluyente y respetuosa de la voluntad de los venezolanos debe ser el norte que guíe las decisiones para gestionar todo nuestro territorio.

Si queremos que el guiso no se ponga morado, hay que sacar las variadas y no elegidas manos de él.

Enero 2014

STALIN GONZÁLEZ |Ultimas Noticias
13 de Diciembre de 2013

El 6 de enero de 2014 aún tendremos un poco de malestar por el exceso de comida y licor, un poco de sueño por los trasnochos y el optimismo de que perderemos esos kilos del exceso propio de las fechas
El 6 de enero de 2014 aún tendremos un poco de malestar por el exceso de comida y licor, un poco de sueño por los trasnochos y el optimismo de que perderemos esos kilos del exceso propio de las fechas. También nos acompañará la angustia de que en enero la bonanza de diciembre se acabó y vendrá uno de los eneros más difíciles para los venezolanos.


Desde que el Gobierno nacional decidió hacer una cruzada contra el comercio nacional, llevando no solo a vendedores especuladores sino también criminalizando a todo aquel que tenga un negocio aprovechándose de la época electoral para ejercer medidas populares como improvisadas, los venezolanos solo tenemos como certeza que la contraparte a esta Navidad de precio justo, le sigue un año devaluado, con escasez y con una arremetida de la inflación.

Y esa certeza no es un error, pues pese a la “fiesta de precios justos” que lleva adelante el Gobierno, todos sabemos que la inflación y el desabastecimiento no se solucionan con la toma de tiendas y con el decreto de precios, el desabastecimiento se debe al poco incentivo nacional y la regulación de precios sin revisión, a la reducción de materias primas importadas por el retraso de pago de divisas, reduciendo de forma drástica la producción de enseres básicos. Unido a ello, el exceso de gasto público ha lanzado un dinero a la calle que, al no tener que comprar, eleva los precios.

La solución de ellos pasa por una necesaria política económica que coordine con las empresas privadas un ajuste de nuestro sistema económico con seriedad, voluntad y planificación. El Gobierno nacional no lo ignora; muestra de ello es que no se han terminado de contabilizar los votos, y ya el Vicepresidente del país anunció el necesario debate de las políticas económicas. Pero prefirió cerrar su gestión de 2014 con mucho de pan y de circo, alargando la crisis para mantener su revolución, al parecer también estaba en descuento la ética para poder compra, unos cuantos votos. 

Por ello, el venezolano compra ahora, porque en enero no podrá. El venezolano busca la comida ahora que sabe que en enero no encontrará. El venezolano disfruta ahora lo que sabe que en enero ya no podrá. Viene un enero que todos sabemos difícil y que el Gobierno ya no tendrá a más nadie a quien culpar.