viernes, 13 de febrero de 2015

Día de la juventud


Stalin González

El día que escribo este texto es 12 de Febrero, día de la Juventud en Venezuela. Un día como este celebramos  que el General José Félix Ribas defendió la ciudad de la Victoria con el apoyo de  unos mil estudiantes  de los colegios y seminarios de la ciudad, que tras una guerra de un día, dicen los textos que empezó a las 8 de la mañana y se alargó hasta finales de la tarde, y con el apoyo  de Vicente Campo Elías y su caballería,  lograron que los realistas se retiraran del combate.

En aquel momento Bolívar le concedió al General Ribas el título de “el Vencedor de los Tiranos”, desde 1947 celebramos este día como el día de la juventud y desde entonces  vemos  como los jóvenes venezolanos son protagonistas en las luchas políticas de este país.

La juventud venezolana no ha cesado de reclamar los derechos que le corresponden, de ser parte de los procesos políticos que hemos atravesado, en  reclamar cambios en la sociedad en la que viven  y ni se han salvado de las exclusiones, discriminaciones ni atropellos de los regímenes que hemos sufrido en nuestra historia contemporánea.

Doscientos años después de esta batalla, Venezuela vuelve a ser sometida, esta vez  por un régimen que se autoerige como vanguardista y democrático, que celebra el día de la juventud como un día importante en la revolución , pero que a la par,  a los jóvenes los  criminaliza, apresa, golpea, tortura y en lamentables casos la fuerza policial los asesina.

Este régimen tiene respuesta al reclamo, la represión y si insisten la cárcel. Una cárcel sin visitas, sin aire natural, con pérdida de noción del tiempo, con amenazas y sin derechos.
Nuestra juventud que,  por reclamar más seguridad para ellos y sus pare , por exigir una Venezuela más democrática y por convertirse , una vez más, en los abanderados de los cambios que exige el país, son llevado a una cárcel que se ha denominado “La tumba”.

La tumba, son numerosas celdas pintadas de blanca y gris, hechos de cemento, sin ventanas, ni luz,  en un sótano de  las fuerza policial de Caracas. Los allí apresados pocas veces ven a luz natural, tienen pocas visitas, solo escuchan la bota militar y el sonido de la rejas. A doscientos un año que los jóvenes  venezolanos  replegaron a las fuerzas patrióticas que nos sometían,  los jóvenes venezolanos son enviados a la tumba.

Pero por ello, La juventud no se amilana. Son ellos y muchos venezolanos que lo acompañamos, los que estamos decididos a cambiar  este país y luchar como siempre lo ha hecho la juventud venezolana por ser libre y soberana.La tumba  y sus creadores serán parte de la historia oscura de este país y los jóvenes venezolanos una vez más protagonistas del  proceso histórico, que harán de esta faceta del régimen, historia.

lunes, 9 de febrero de 2015

Apartheid caraqueño


Stalin González

 El apartheid es parte de los errores de la historia universal contemporánea, donde los ciudadanos del mundo fuimos testigos de la vejación y discriminación que puede cometer un régimen contra los ciudadanos de su propio territorio por condiciones tan insolentes como el color de su piel. Ese desafortunado sistema fue un mecanismo de segregación racial, visto en Suráfrica y Namibia, donde se negaba el acceso a ciertos sitios a personas “de color”.

Mucho agua ha corrido desde entonces y hay numerosos tratados en materia de derechos humanos, libertades civiles y de discriminación racial que prohíben taxativamente el secuestro de derechos a cualquier grupo humano. Sin embargo en la actualidad hay formas más sutiles, pero igual de flagrantes de segregar a una población.

Los caraqueños sufrimos la misma cola, escasez e inflación que sufren el resto de los venezolanos; sin embargo, por decisión unilateral del alcalde Jorge Rodríguez, somos los únicos que no podemos protestar en nuestras calles. El gobernante de la capital ha convertido Caracas en un espacio censurado donde es negada cualquier protesta que no sea “permisada”. El derecho de manifestarse de manera libre y pacífica que está establecido en la Constitución nacional, y de hecho defendido en ocasiones por el régimen, ha sido confiscado sin más razones que un permiso que no figura en ninguna normativa legal y que en la práctica ha imposibilitado la manifestación genuina, pacífica y legítima de los ciudadanos caraqueños.

Los caraqueños hemos sido segregados de nuestros propios espacios y se ha negado uno de lo mas elementales de los derechos: el derecho a exigirlos. El régimen nos ha sometido a un apartheid político, donde aquel que no comulga con su proyecto no puede las protestar en las calles capitalinas. Sin más, el caraqueño tiene negado el acceso a Caracas por el tan solo hecho de no comulgar con la revolución.


La negación del derecho a protesta y del uso de espacios públicos viola la ley, agrede a los caraqueños y contraviene a la democracia. Estamos a tiempo de que el mundo no añada a la historia una nueva forma de segregación. Es momento de que cese el silencio cómplice de los que conforman el Estado y se reivindique el derecho a manifestar a todos aquellos caraqueños

Movimiento Estudiantil


Stalin González

En tiempos electorales universitarios, suele salir a colación el argumento que crítica a la dirigencia estudiantil por participar en la vida política; la presencia de los partidos en la juventud universitaria y de cómo algunos dirigentes estudiantiles  terminan aspirando a cargos de elección popular.

La historia política contemporánea del país ha estado muy involucrada con los movimientos estudiantiles. De hecho, si comparamos los procesos sociales latinoamericanos,reconocemos la  influencia de la Universidad como actor político importante en la dinámica política. “La generación del 28”, en su mayoría pertenecientes a partidos clandestinos, se organizó y luchó contra la dictadura de Gómez;y tuvimos en ellos,  a hombres como Rómulo Betancourt, Jóvito Villalba, Miguel Otero Silva y Raúl Leoni, que fueron parte de la dirigencia político social de nuestro país.

Si seguimos recorriendo nuestra historia,veremos salir a flote nombres como el de Américo Martin, el Macho Pérez Marcano, Fulgencio Pulgar, entre otros. En esos años, en las Universidades no cesó la formación degeneraciones que llenaron a la sociedad venezolana de debate y de grandes dirigentes forjadores de nuestra historia.

Desde siempre los estudiantes han sido la fuerza inicial de movilización que aglutina a la sociedad. Su participación siempre ha ido de lamano de las organizaciones sociales y políticas; y éstas, de forma histórica y natural, buscan la revitalización de sus liderazgos.
En Venezuela el movimiento estudiantil y las universidades han sido  la principal escuela de formación de la dirigencia política del país. Los estudiantes universitarios fuimos, somos y serán un sector activo de los procesos sociales venezolanos.


El movimiento social universitario  y sus liderazgos natos  son parte del cambio político, del fortalecimiento de los partidos y del  desarrollo social, intelectual, científico y humanístico de cualquier sociedad. Oportuno sea entonces el espacio para fortalecer la democracia universitaria, espejo de nuestra democracia.