19 Agosto
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La lucha por la
democracia que hemos librado es la misma que la historia de la humanidad ha
perseguido desde hace siglos, a través de la separación de los poderes públicos
con funciones claramente definidas. De esta manera la sociedad garantiza que
quienes juzguen no sean los mismos que dicten las leyes y que, a su vez, no
sean quienes las administren. Por eso existen en la democracia moderna los
poderes: Judicial, Legislativo y Ejecutivo.
En democracia, el
equilibrio en estas instituciones garantiza a cada ciudadano sus derechos
consagrados en la Constitución y en las leyes.
Pero quienes buscan
imponerse con regímenes totalitarios odian el control y tener que dar
explicaciones; por eso secuestran las instituciones y crean formas de saltar
las reglas de juego, usando palabras bonitas, pero escondiendo su intención de
atropellar a los venezolanos para imponer sus medias verdades.
Utilizan las palabras
“paz, amor y verdad” para ocultar sus oscuras intenciones de administrar
torturas, persecuciones, arrestos, allanamientos; y destruir documentos
históricos para tratar de recrear una nueva realidad y ocultar los casos de
corrupción y de desfalco de toda la riqueza del país.
Ahora intentan crear
una “comisión de la verdad”, pero solo para tratar de imponernos, como la Santa
Inquisición, una verdad que representa pobreza, muerte, miseria, corrupción y
élites con grandes lujos; mientras que todo el pueblo sufre de escasez,
inflación, falta de medicina y de la brutal persecución a quien se atreva a
protestar.
Nuestra respuesta
siempre ha sido y seguirá siendo la democracia como modelo político para
solucionar los problemas. Y es a la democracia a lo que este régimen le teme.
Por eso, cada vez que se llama a elecciones, son ellos quienes las impiden,
sabotean, posponen o muestran como una victoria cantada para desmoralizarnos,
pero nuestra fuerza es mucho mayor.
Somos los voceros de
la gran mayoría que lucha día a día por un cambio y, pese a los obstáculos que
nos ha tocado enfrentar, hoy son más los avances que hemos alcanzado. Las
elecciones regionales, como expresión del pueblo y manifestación de la mayoría,
significa una derrota más para ellos. Un terreno en el que no se quieren medir
porque se saben perdidos, porque no saben contener a la Venezuela que decidió despertar
y que desde las calles exige comida, medicinas, respeto a las instituciones,
liberación de sus presos políticos y condiciones justas en cada elección.
¡Desde la unidad
sumamos esfuerzos a la defensa del voto universal, directo y secreto!
@Stalin_Gonzalez
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