Liderazgo democrático
STALIN GONZALEZ - ULTIMAS NOTICIAS
23 de Enero de 205
El 23 de enero de 1958 es una fecha que merece la reflexión política en muchos aspectos, no solo el derrocamiento de la dictadura perezjimenista
El 23 de enero de 1958 es una fecha que merece la reflexión política en muchos aspectos, no solo el derrocamiento de la dictadura perezjimenista. Esta fecha importante para la historia contemporánea de Venezuela también comprende el esfuerzo de liderazgos políticos que puso por encima de sus partidos y objetivos particulares el futuro de una generación que requería cambios.
El derrocamiento cívico-militar que hoy celebramos no fue un acontecimiento que se dio en un día. Fue producto de un largo proceso, que se originó con un plebiscito donde participaron , no sin roces, las fuerzas opositoras; y aunque el régimen se atribuyó la victoria, produjo la descomposición del gabinete gubernamental.
Ese proceso colectivo direccionado caló en un país dominado por el miedo en la posibilidad de una alternativa de país. Poco a poco, los panfletos en las movilizaciones fueron firmados por más hombres y mujeres de diferentes campos de la actividad económica y más ciudadanos de a pie dispuestos a manifestar su rechazo a la dictadura.
Un año después de ir a un plebiscito perdido y de innumerables años de resistencia clandestina y lamentables perdidas, el 21 de noviembre hace quiebre el régimen y se realiza una huelga general, convocada por los diversos partidos, que junto con la sociedad civil fue el pistoletazo de apoyo para las Fuerzas Armadas. Dos días después, el dictador Pérez Jiménez decide abandonar el país, con lo que se le da pie a la etapa democrática venezolana.
El país de 1958 a este tiene muchas diferencias, pero valga recordar el inicio de la democracia para recuperarla. El proceso ni se da en un día ni es posible si se premian los intereses particulares. Un día como hoy merece reflexionar sobre el compromiso que tenemos la dirigencia de la unidad en mostrarle al país la alternativa a este régimen de anarquía irresponsabilidad y burla.
Hoy, a 57 años del derrocamiento de la dictadura, es momento de retomar las iniciativas por la unidad y salgamos juntos, con la sociedad civil, por la democracia venezolana.
El derrocamiento cívico-militar que hoy celebramos no fue un acontecimiento que se dio en un día. Fue producto de un largo proceso, que se originó con un plebiscito donde participaron , no sin roces, las fuerzas opositoras; y aunque el régimen se atribuyó la victoria, produjo la descomposición del gabinete gubernamental.
Ese proceso colectivo direccionado caló en un país dominado por el miedo en la posibilidad de una alternativa de país. Poco a poco, los panfletos en las movilizaciones fueron firmados por más hombres y mujeres de diferentes campos de la actividad económica y más ciudadanos de a pie dispuestos a manifestar su rechazo a la dictadura.
Un año después de ir a un plebiscito perdido y de innumerables años de resistencia clandestina y lamentables perdidas, el 21 de noviembre hace quiebre el régimen y se realiza una huelga general, convocada por los diversos partidos, que junto con la sociedad civil fue el pistoletazo de apoyo para las Fuerzas Armadas. Dos días después, el dictador Pérez Jiménez decide abandonar el país, con lo que se le da pie a la etapa democrática venezolana.
El país de 1958 a este tiene muchas diferencias, pero valga recordar el inicio de la democracia para recuperarla. El proceso ni se da en un día ni es posible si se premian los intereses particulares. Un día como hoy merece reflexionar sobre el compromiso que tenemos la dirigencia de la unidad en mostrarle al país la alternativa a este régimen de anarquía irresponsabilidad y burla.
Hoy, a 57 años del derrocamiento de la dictadura, es momento de retomar las iniciativas por la unidad y salgamos juntos, con la sociedad civil, por la democracia venezolana.