lunes, 22 de junio de 2020

LLEGAR AL CAMINO INSTITUCIONAL POR EL BIEN DE VENZUELA

20 de Junio de 2020

Durante 21 años el chavismo se ha dedicado a tomar, violentar y corromper las instituciones del Estado venezolano en su afán por mantenerse en el poder. De esta forma lograron evitar las supervisiones y la rendición de cuentas que todo funcionario público debe cumplir para la transparencia y el correcto funcionamiento de su cargo. Así han demolido la democracia del país, imponiendo su modelo que tanto daño ha causado a los venezolanos. La hiperinflación, el sueldo que no alcanza para la canasta básica, los servicios que no funcionan, la escasez de productos y la migración de millones es el producto de estas prácticas infames y corruptas.
Esta semana decidieron dar un nuevo paso en ese camino injusto y nocivo. El ilegítimo TSJ nombró, de manera inconstitucional y unilateral, a nuevos rectores del CNE, tarea que corresponde a la Asamblea Nacional. Y por si fuera poco, estos mismos juristas del horror intentan suspender a las directivas de varios partidos políticos que le son adversos, para seguir silenciando todas las voces que reclaman un cambio político y el respeto a nuestra Carta Magna. Estas acciones solo van a profundizar la crisis que afronta el país y por tanto el sufrimiento de los venezolanos. Nos alejan una vez más de una pronta solución a la crisis que ellos mismos causaron.
Por eso, es preciso resaltar que Venezuela necesita del entendimiento de todas las partes que tienen influencia en la sociedad y que pueden aportar para la construcción de pactos que brinden soluciones a los grandes problemas del país. Todo esto con la intención de recuperar las instituciones del Estado y recobrar la democracia. Este es el medio para recuperar la libertad nuestro país y llevarlo al progreso y la justicia social. Es la forma para cumplir con el deseo que todos tenemos.
Son precisamente las instituciones del Estado quienes tienen la capacidad y la legitimidad para crear las condiciones básicas para un mejor futuro.  Recuperándolas podrán funcionar con transparencia y eficiencia en beneficio del pueblo, bajo mutua supervisión y siempre acorde a lo que expresa la Constitución Nacional.  Ellas además apoyan todos los espacios para la discusión de ideas y el debate de opiniones, de modo que de este contraste surjan los mejores medios para combatir los males de la sociedad. Así se generan las condiciones para una democracia donde podamos decidir el futuro que queremos, sin miedo ni censura.
Hoy la vida de millones depende de nosotros para cumplir el objetivo de reconstruir Venezuela. Es el peso histórico que recae en nuestros hombros y que no podemos eludir. Por el bien de nuestra nación es necesario que comprendamos que la situación actual nos demanda  tener la madurez y el temple para lograr un entendimiento entre las partes. Este es un primer paso para retomar al camino institucional y progresivamente volver a la democracia que tanto deseamos y  dejar atrás esta tragedia que

viernes, 19 de junio de 2020

UN ARBITRO ELECTORAL

12 de Junio de 2020

Todas las sociedades han sufrido en algún momento de su historia graves dificultades que han perjudicado fuertemente la vida de sus ciudadanos. Desde desastres naturales, guerras y crisis económicas, hasta inclementes dictaduras. Muchas han sido las ideas propuestas para solucionar tales crisis, sin embargo, desde el siglo pasado hemos comprendido que la mejor forma para dar fin a estos terribles escenarios, por su justicia y eficacia, es a través de una discusión y consenso donde la población pueda decidir el camino a tomar. Es decir, para afrontar y salir adelante de las crisis debemos pasar por un proceso democrático verdadero, acorde a la Constitución.
La crisis que afrontamos los venezolanos a diario, con fallas en los servicios básicos, con una hiperinflación que devora el salario y escasez de productos, se debe a las acciones del régimen chavista, que desmontó las instituciones del Estado para arrebatarnos el sistema democrático y así instaurar su modelo lleno de corrupción, autoritarismo e injusticias. Sin instituciones que trabajen para el pueblo y respeten los derechos de la población Venezuela se ha sumergido en una tragedia como nunca antes habíamos vivido. 
Por eso, para lograr recuperar y reconstruir Venezuela, es necesario rescatar nuestras instituciones, de modo que estas si respeten los derechos del pueblo y trabajen en beneficio de todos, sin distinción de ningún tipo. Así podrán garantizar un ambiente donde se pueda cumplir el juego democrático y los venezolanos seamos capaces de decir, en elecciones, el futuro  que deseamos.
No obstante, estas elecciones tienen que contar con unas condiciones mínimas para que sean realmente justas y legítimas. En primera instancia se debe tener un árbitro imparcial, que respete el juego democrático y el deseo de los venezolanos. Renovar el CNE es vital y resulta un paso importante en este camino. Así mismo, es necesario que todas las partes interesadas se reconozcan entre si y acaten el debido proceso. Además, será importante la supervisión internacional, que dará mayor respaldo a la elección. Todo esto creará la confianza necesaria y reconocimiento entre los venezolanos y la comunidad internacional. Esta es la manera para crear el consenso y los acuerdos que requiere el país para caminar al progreso y el desarrollo.
Algunos sectores minoritarios del país aseguran que no es posible realizar unas elecciones imparciales y acordes con la Constitución. Piensan que renovar las instituciones del Estado no tiene sentido. Pero lo que todos debemos entender es que incluso si el peor escenario se cumple, es decir que el juego democrático esté inclinado para la otra parte, tenemos que participar en él y dar todo nuestro esfuerzo para que las voces de los venezolanos sean escuchadas y sus votos tomados en cuenta. La peor decisión política que se puede tomar es seguir cediendo espacios y perder por forfeit. Justo lo que quiere el chavismo es dividirnos y que no participemos, porque no le conviene una Venezuela unida exigiendo a través del voto su libertad.
Los venezolanos somos capaces de demostrar que ante las adversidades es cuando nos hacemos más fuertes. No podemos dejarnos convencer por quienes dicen que nuestros esfuerzos serán en vano, ni rendirnos ante aquellos que tratan de oprimirnos. No actuar es dejar que la crisis, la miseria y la corrupción nos ganen. Es dar paso a mayores injusticias y desigualdad. Para salir de la crisis debemos organizarnos y unirnos en la misma causa. Somos un pueblo decidido que con coraje exige su libertad y avanza hacia ella con decisión. Venezuela volverá a ser un país democrático y capaz de brindar calidad de vida y oportunidades a todos.

LA POLITICA ES PARA AYUDAR A LA GENTE

5 de Junio de 2020

Al inicio de la historia, las personas empezaron a organizarse en pequeños poblados con el fin de resguardarse unos a otros y mejorar su calidad de vida. Con el tiempo estos poblados se convirtieron en grandes ciudades, imperios y países, con grandes poblaciones y problemas sociales, creando la necesidad de poner un orden entre los habitantes, a la vez que se pudiera atender las problemáticas que los afectaban. Así surgió la política, como una herramienta que permite a las personas de un territorio organizarse entre sí y lograr encontrar e implementar  soluciones a los males y asuntos que afectan al pueblo. Por tanto, ese es el verdadero objetivo de la política, es decir, consolidar avances sociales para el beneficio de todos. Cualquier otro acto que no tenga esta finalidad no puede considerarse política, sino una desviación de esta.
Por esto, desde que fuimos electos para el presente periodo legislativo, los diputados de la Asamblea Nacional nos hemos esforzado y hemos trabajado incansablemente para dar fin al sufrimiento que atraviesan los venezolanos, porque sabemos que la crisis humanitaria compleja que atraviesa el país es una tragedia que nadie debería vivir, que violenta nuestra libertad y derechos fundamentales. Por tanto, nuestra lucha no es otra que crear las condiciones necesarias para que podamos reconstruir Venezuela,  hacer de ella un país donde todos podamos vivir con calidad de vida, con servicios que funcionen, sin tener que hacer largas colas por la escasez, sin miedo ni censura.
Sin embargo, debemos recordar que la política, al igual que cualquier otra actividad humana, es imperfecta. Nos guste o no, este es un hecho que debemos aceptar para poder tomar las mejores decisiones y que a la larga alcancemos nuestras metas. Es en los tiempos difíciles cuando se hace más importante tener la madurez política para aceptar que, en ocasiones, se necesitan medidas con las que no estemos totalmente satisfechos, pero que nos permitan poco a poco ir construyendo el camino para solucionar los problemas de nuestra sociedad y mejorar las vidas de millones que dependen de nuestras decisiones. Quien no entienda o acepte esto, no podrá ser el político que logre los cambios positivos para el país.
En ocasiones, la mejor opción a tomar es aquella que nos permita tener un acuerdo que pueda ser cumplido  por ti y con garantías de cumplimiento y respeto de la otra parte, para progresivamente alcanzar mayores logros y finalmente la meta que te has propuesto. Si te enfrascas en intentar planes imposibles de lograr, no podrás llegar a nada. El dicho lo deja bastante claro, “Roma no se hizo en un día”. La madurez es una virtud que debemos apreciar y valorar.
Sabemos que Venezuela necesita un cambio político real. Ese es el objetivo que tenemos en la Asamblea Nacional. Estamos seguros que nuestro país requiere de unas elecciones libres para poder escoger el futuro que merecemos.  Pero para eso, primero debemos organizarnos y lograr acuerdos que poco a poco creen las condiciones para renovar las instituciones del Estado, de modo que esas elecciones tengan garantías, haya respeto al juego democrático y sean justas. Debemos tener la sensatez para pensar más allá y poner las necesidades de los venezolanos antes que todo. Hay que recordar siempre que la política es para ayudar a la gente, solo así  así haremos lo correcto para nuestro pueblo. 

LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN: UN DERECHO DE LOS VENEZOLANOS

29 de Mayo de 2020

Un Derecho Humano fundamental para todas las personas sin ningún tipo de discriminación es la capacidad de expresarse libremente sobre cualquier asunto que desee y por cualquier medio de comunicación. Esto es conocido como libertad de expresión y representa una columna básica para cualquier sociedad democrática. A través de este derecho cada persona puede recibir y difundir ideas, incluyendo aquellas que son de especial intereses para todos, como la política del país, la economía, las leyes, etc. Así, los ciudadanos pueden ejercer presión o denunciar cuando los funcionarios públicos cometen injusticias o violentan las leyes.
En Venezuela, a pesar de que la libertad de expresión está garantizada en el artículo 57 de nuestra Constitución, desde hace muchos años los venezolanos hemos sido víctimas de un sistemático ataque contra nuestro derecho a expresarnos libremente, por parte del chavismo. Un momento cumbre fue en el 2007, año en el cual Hugo Chávez ordenó de manera autoritaria el cierre de RCTV, canal de TV que por  más de 5 décadas informó y entretuvo al pueblo venezolano.  La medida dejó sin empleo a miles de trabajadores y dio paso a una ola de censura contra todo aquel que no piense igual al régimen. Desde entonces el régimen ha cerrado más de 144 emisoras de radio en el territorio nacional, bloqueado docenas de páginas web y privado de libertad injustamente a miles de venezolanos por razones políticas.
Esta política represiva del chavismo es parte de sus intenciones totalitarias, que pretenden adueñarse de todos los espacios e instaurar un solo pensamiento en el pueblo venezolano. Así quieren que todos creamos sus mentiras, sus engaños y apoyemos el modelo corrupto que instauraron y causó esta crisis. Silenciar y atacar a todos quienes nos oponemos a sus deseos y la miseria que promueven es la única forma que tienen para mantenerse en el poder. No quieren que podamos denunciar sus crímenes, ni que seamos capaces de escoger nuestro futuro en unas elecciones libres.
Sin embargo, la amplia mayoría los venezolanos tenemos un espíritu democrático que nos inspira a enfrentarnos a todos aquellos que quieran instaurar sus autoritarismos por medio del miedo y la fuerza. Fue en ese 2007 cuando muchos jóvenes estudiantes nos organizamos y comenzamos nuestra lucha junto al pueblo, tomando las callas y alzando nuestras voces para que restituyeran el canal de los venezolanos, para dar fin a las injusticias, la censura y la represión.
Hoy continuamos nuestra lucha para recuperar la libertad y derechos de todos los venezolanos. Tenemos el derecho a vivir en un país donde podamos expresarnos sin miedo a ser amenazados, sin temer a ser perseguidos ni apresados por querer una mejor nación. Solo con la pluralidad y debate de ideas se pueden dar las mejores soluciones para reconstruir Venezuela en beneficio de todos. No nos vamos a rendir, seguiremos trabajando para recuperar la democracia y alcanzar el avance y desarrollo social que tanto queremos.

LA MENTIRA DEL REGIMEN SOBRE LAS SANCIONES

22 de Mayo de 2020

Como todo autoritarismo, el chavismo se ha valido de mentiras y engaños para mantenerse en el poder durante estos 21 años.  Desde sus inicios han intentado ocultar su ineptitud y corrupción, poniendo excusas para cada mal que afecta a los venezolanos. Entre sus mentiras más comunes sobre la que ellos causaron están: saboteos imaginarios, iguanas que comen cables y supuestas sanciones internacionales contra nuestra economía. Así, es necesario hacer un pequeño análisis sobre este último punto, que tanto mencionan en cadenas de TV, de manera que quede expuesta su farsa.
La recesión de nuestra economía comenzó en el 2013 (tenemos ya 7 años en esta situación), año en el cual inició la escasez de productos y las largas colas de venezolanos para comprar alimento y medicinas. Desde entonces nuestro PIB cayó más del 52% y la hiperinflación que sufrimos es la más alta del mundo. No obstante, las primeras sanciones internacionales fueron impuestas en el 2017, 4 años antes que la recesión. Asimismo, las sanciones han sido colocadas a funcionarios del régimen y a aquellos acusados de narcotráfico y  de otras actividades ilícitas, por lo que no tienen influencia en el presupuesto nacional, ni en la administración de recursos del Estado. 
Algo similar ocurrió con PDVSA. El régimen despidió a todos los trabajadores que tenían pensamientos distintos a sus ideales autoritarios a pesar de su experticia, se llenaron los bolsillos con el dinero que entraba por las exportaciones de petróleo, no invirtieron en maquinaria nueva y endeudaron la empresa. En la actualidad producimos 700mil barriles diarios de petróleo, cuando en 1999 la producción era mayor a los 3 millones. No son las sanciones las responsables de que los venezolanos debamos hacer colas kilométricas por 20 litros de gasolina, el culpable es él régimen que se mantiene en el poder por medio de la fuerza. El chavismo logró lo que parecía imposible: que el país con mayores reservas de petróleo no tuviera combustible para su población. 
Por su parte, los servicios básicos han fallado desde hace más de 10 años, cuando comenzaron los recortes de electricidad y de agua. A diferencia de lo que ellos dicen, las sanciones no evitan que se importen los materiales necesarios para recuperar el funcionamiento de estas empresas. La verdad es que el chavismo dañó las estructuras y profirió robarse el dinero antes de invertirlo para mejorar los servicios. Hoy la falta de electricidad, internet, agua y gas que padecen los venezolanos es culpa del régimen.
La intención no es decir que las sanciones son la gran formula que solucionará las dificultades de los venezolanos, pero lo realidad es que si han sido de ayuda para a cercar aún más al régimen, al dificultarles el camino ilícito e impune por el cual pretendían mantener con total libertad a costa del sufrimiento del pueblo venezolano.
Debemos dar fin a la crisis del país pronto, por el bien de Venezuela y millones de venezolanos que apenas logran sobrevivir día tras día. La sociedad en su conjunto debe trabajar unida para lograr este objetivo, desde trabajadores y estudiantes, hasta empresarios y ONGs. Solo con el trabajo conjunto de todos podremos rescatar a Venezuela del autoritarismo chavista y empezar la reconstrucción del país para el beneficio de todos.