viernes, 22 de mayo de 2015

Tarjeta unitaria

Stalin González

El domingo pasado, más de 500.000 venezolanos acudieron a sus centros de votación para decidir quiénes serán aquellos responsables en llevar su proyecto de país a la próxima Asamblea Nacional. Ese evento, más allá de su éxito y relevancia para la democracia del país, abre paso para que podamos emprender esos cambios que tanto necesitamos.

Pensando en este tránsito y en la necesidad de caminarlos para lograr un legislativo útil, que legisle y que fiscalice a los gobernantes, creo que es conveniente la tarjeta unitaria en los próximos comicios. La unificación de esfuerzos, que no implica la uniformidad de opiniones, aumenta nuestras probabilidades de alcanzar la mayoría en el parlamento venezolano, y ello más que una creencia es un afirmación que realizo basado en diversos argumentos.

Si analizamos brevemente la historia política reciente del país, vemos cómo en aquellos retos que fuimos coordinados, unidos y enfocados, la oposición logró importantes victorias cualitativas y cuantitativas, rechazando en una de ellas el cambio constitucional.

Ir con la MUD es una carta de compromiso con el país y con el proyecto opositor. La crítica a las organizaciones es necesaria y sana para la vida de las mismas. Sin embargo, para concretar el proyecto país que queremos se necesita compromiso con los objetivos que la alternativa democrática plantea. Ir de forma unitaria nos compromete a respetar los acuerdos y objetivos planteados para llegar hasta allí y dejar en evidencia a aquellos que usan discursos ambiguos, particulares e interesados, para hacerse del poder sin importar a qué modelo de país le sirva.

La militancia en un partido no excluye el compromiso a la unidad. Los esfuerzos políticos, el trabajo en las comunidades y el natural interés de fortalecimiento del partido son compatibles con la tarjeta unitaria. La solicitud es que desde esos espacios y desde esos liderazgos se aglutine esfuerzos para lograr la mayoría en la Asamblea Nacional.


Las elecciones aquí planteadas son la punta de lanza para los cambios del país, y la tarjeta de la unidad es, según esos criterios, la mejor arma para lograrlo. Estos y otros argumentos dejan evidencia que más que un capricho, la tarjeta de la unidad es la base de la estrategia para la victoria parlamentaria.

viernes, 15 de mayo de 2015

Participa y Decide

Stalin González

 Una de las grandes ventajas del sistema democrático es la capacidad ciudadana de elegir sobre  el destino de su sociedad y de manera particular, sobre quienes son los responsables de cumplir dichos objetivos.. Esto es lo que diferencia a este sistema político de otros ya que esta soberanía política es lo que permite la participación equitativa de todos los sectores de la sociedad y un rumbo lo más incluyente posible.

En estos tiempos la capacidad de decidir se vio acentuada en las sociedades latinoamericanas  , incluyendo la venezolana, donde incluso ya podemos decidir si queremos prescindir de algún funcionario público. En términos políticos, los grupos sociales entraron a participar no solo quienes serían sus representantes sino también, quienes pueden ser aquellos que tenga la opción de ser elegidos. Es así como las primarias entraron en juego como una vía de consulta ciudadana  en los partidos y grupos políticos.

Las primarias electorales  han sido el mecanismo más propicio para avanzar en la democratización  de la vida pública y hacer más transparente la toma de decisiones. A su vez,  los candidatos así elegidos están arropados con una legitimidad social mucho más robusta que candidatos elegidos en acuerdos. De igual manera, Estas dan la oportunidad de elegir según tus preferencias políticas y visión país quienes serian lo mas idóneos para llevarlos a cabo,

Las venideras elecciones parlamentarias son un primer paso para que lo que queremos para el país sea cada vez más viable. Esa Venezuela que deseas necesita de tu participación para hacerse realidad y un buen comienzo es decidiendo quien es el candidato que crees que puede defenderlo en la Asamblea Nacional.


Este domingo tienes una oportunidad democrática; alzar tu voz y elegir quienes llevaran adelanto ese cambio que buscamos,  hagamos democracia  y decide.

viernes, 8 de mayo de 2015

Fuerza en las causas
Stalin González

Hace una semana el vice-presidente de la República, Jorge Arreaza, en compañía de Jesse Chacón, presidente de la Corporación Eléctrica Venezolana, dictaba una serie de medidas de racionamiento eléctrico, ya que no tenemos suficiente capacidad para el nivel de demanda que estamos empleando. Esta es otra medida que se pliega a la cantidad de restricciones que de un tiempo para acá ha venido sufriendo el pueblo venezolano; es así como nos encontramos haciendo compras de acuerdo al terminal de la cédula, trabajando la mitad de la jornada, entre otra serie de cambios que se han producido.

Estas medidas, por desconcertante que suene esta afirmación, no son lo peor de esta situación. Todas son evidencias del colapso del manejo de lo público en el país, pero al final éstas por sí solas no son el problema ni el centro del debate. Estas acciones y tantas otras que podemos listar, son eso, medidas aisladas que no buscan solucionar el problema estructural de fondo que las origina, tan solo intentan minimizar sus efectos en la opinión pública.

El problema de la crisis eléctrica no está en la demanda del servicio, sino en la falta de mantenimiento de la infraestructura eléctrica, la falta de planificación en la política pública, el empobrecimiento de nuestra generación de energía alterna. Asimismo, la escasez de productos no tiene que ver con que consumamos más, sino con la restricción de divisas para la compra de materias primas, la destrucción del sistema industrial de producción, la malversación de fondos que habido en este gobierno, además de un sinfín de errores cometidos en la administración del erario público.

El debate y la gravedad de la situación no están en las medidas tomadas, sino en lo improvisado y poco eficiente de las mismas. El Gobierno debe abocarse al origen de los problemas en la planificación de la política pública. La discusión está en la imperiosa necesidad de debatir sobre la transparencia, la gestión y la eficacia del Gobierno nacional no sobre las medidas absurdas que toman para desviarnos del problema original.


Venezuela merece una alternativa de gestión que mire y ofrezca otras formas de gestionar lo público, de superar estos problemas y de brindar una convivencia pacífica. El debate y el foco en el origen de los problemas que asisten hoy al país, en conjunto con los ciudadanos que diariamente los sufren, es el comienzo de esta otra forma de hacer política.