viernes, 27 de junio de 2014

Hacer vida en unidad


STALIN GONZÁLEZ | Ultimas Noticias 
27 de Junio de 2014
El disenso manifiesto, lejos de ser una mala noticia, es parte de la dinámica democrática de cualquier alianza política

La unidad en el esfuerzo de conciliar las divergencias en las posturas internas y en hacerles frente a las inconsistencias gubernamentales, perdimos el foco sobre las preocupaciones del venezolano de a pie. La crisis económica y política que sufre este país desde hace algún tiempo explotó en una ola de manifestaciones, reclamos y exigencias por parte de la ciudadanía que se llevó por delante la dirigencia política de ambos bandos; y en referencia a la oposición, manifestó una disonancia entre las formas de reclamar lo que de fondo nos parece injusto, discriminatorio, desigual y equivocado.


El disenso manifiesto, lejos de ser una mala noticia, es parte de la dinámica democrática de cualquier alianza política. Sin embargo, es cierto que esas disonancias afectaron nuestra articulación política, nuestra coherencia discursiva, y desorientaron nuestras acciones frente al ciudadano.

En ese sentido, en “la Unidad” tenemos como deber hacerle saber al venezolano de a pie que la Mesa es un espacio para la crítica y el desacuerdo, propio de las diversas formas que todos proponemos y buscamos para el fin común; pero también somos un equipo que se mueve al mismo compás por la defensa y la búsqueda de la democracia venezolana.

Es nuestra tarea seguir y afianzar la idea de que el trabajo crítico pero articulado es la ruta para liberar a este país de la corrupción, la ineficiencia y la burocracia a la que está sometida. Es un compromiso fortalecer y participar en las asambleas, juntas, consejos comunales y cualquier otra organización comunitaria del país. Es necesario que en todo el país se promuevan espacios para las propuestas, el debate y la articulación del trabajo conjunto entre todos los actores de la sociedad civil.

La intención, pues, es que la explosión social desde hace algunos meses no caiga en el olvido y que los disensos no paralicen nuestro trabajo común. La oposición en conjunto debe salir a la calle, construir, debatir y hacer propuestas para salir de la crisis social, y ello solo es posible trabajando desde nuestras calles, veredas, sectores populares y urbanizaciones, pero con unidad.

viernes, 13 de junio de 2014

Pobres misiones


STALIN GONZÁLEZ | ULTIMAS NOTICIAS
13 de Junio de 2014
Desde el año 2005 ya los científicos sociales del país advertían que la parainstitucionalidad de las misiones 
La creación de las misiones en el año 2003, obedecieron a una clara estrategia del presidente Chávez para remontar su popularidad en aquel momento en descenso, y salir airoso en la consulta revocatoria en la cual efectivamente salió favorecido. Sin embargo, sería ilógico no admitir que estas misiones sirvieron de mucho para atender a las poblaciones más desfavorecidas y resolvió, sobre todo en materia de salud y de alimentación, problemas de acceso en la sociedad venezolana.

Pero las misiones no han sobrevivido a la mala gestión, y su eficacia, así como su prioridad en la gestión gubernamental, ha mermado. Desde el año 2005 ya los científicos sociales del país advertían que la parainstitucionalidad de las misiones, la discrecionalidad de sus fondos y la anarquía en su manejo se estaban traduciendo en una gran arquitectura opaca, discrecional y clientelar que quizá no cumpliría sus metas. Ya en 2014 sabemos que no pudieron cumplirlas, que Mercal no ha podido con el desabastecimiento, ni Barrio Adentro pudo con la crisis hospitalaria.

Por otra parte, estos programas asistenciales, según el Gobierno, son misiones claves para paliar la pobreza, y por ello las han convertido en el conejo que sacan del sombrero cada vez que la inestabilidad económica, propia de la mala gestión, asoma malos índices en materia de pobreza y desigualdad.

Sucedió en el año 2008 y sucede ahora. Cuando los datos del portal de Instituto Nacional de Estadística (INE) reportan que el número de familias que entran en pobreza aumenta, el Gobierno crea misiones, les inyecta dinero, habla de ellos y amenaza que la oposición desea erradicarlas y dejar a los pobres en su pobreza...

Sin una política económica que promueva crecimiento tanto del sector público como privado, sin una lógica redistributiva de la renta, sin una política social sólida y sin una gestión racionalizada y transparente, las bases de las misiones sociales por sí solas no eliminarán la pobreza, ellas son, al más puro estilo neoliberal, programas que la disimulan.